Esperanza futbolera

 en Jaime Navarro Saras

Jaime Navarro Saras*

Es imposible hacer caso omiso o pasar desapercibido sobre lo que sucede en Guadalajara con el fenómeno Atlas, más allá de que sea una realidad mediática y hasta comercial, significa (aunque no se quiera reconocer) un sinfín de imágenes para quienes vivimos aquí, independientemente si el equipo nos llena de emociones o no (que en mi caso si lo es). Cada que suceden este tipo de cosas, el hecho nos lleva a la reflexión de que, educativamente hablando, estos fenómenos no pueden ser indiferentes para quienes controlan y dirigen las instituciones ya que, esas situaciones (al margen si el Atlas queda campeón o no) se quedarán en la memoria de quienes nos toque vivir este tiempo, principalmente infantes y adolescentes. Lo que estamos viviendo con el Atlas es historia pura, han pasado 22 años desde la última vez que el equipo jugó una final, de igual manera, es la primera vez que juegan como locales el cierre de una final y, en el caso de ser campeones, habrán derribado una realidad a nivel casi mitológico de poco más de 70 años sin haber logrado el título de la liga mexicana de futbol; esta historia (y guardando las proporciones) es comparada con los 108 años que tenían los Cachorros de Chicago sin ser campeones en las Grandes Ligas del beisbol, los 86 años de las Medias Rojas de Boston en la misma competencia o, los 130 años que tardaron los jugadores del equipo Leiscester City de la liga inglesa para lograr un campeonato. Para los niños y jóvenes tapatíos que gustan del futbol, la dimensión del tiempo sin que el Atlas haya sido campeón, posiblemente no signifique nada porque el tiempo para ellos no es de grandes lapsos, ya que viven en la inmediatez, quizás para ellos 5 años sea una eternidad, qué decir de 70 años, éste es un mundo casi inexistente y nunca vivido por sus padres y mucho menos por ellos. Es pues, un excelente tema para ponerlo en el centro de las cosas y que esas ideas se dialoguen o debatan en las escuelas, pasados los días, se dirá entonces que el Atlas fue campeón (de lograrlo) en tiempos del Covid-19 y será un pasaje y un referente importante para la historia que no lo tendrán equipos como el América, las Chivas, los Pumas e incluso hasta el Real Madrid y el Barcelona. Vivamos pues lo que la vida y las condiciones de nuestra realidad futbolística generó para que el Atlas llegará hasta la final y, ojalá, que quienes disfrutamos y sufrimos con el equipo torneo tras torneo y desde siempre, podamos ser testigos de lo que significa ser campeones y acabar de una vez por todas con la maldición y las burlas de quienes no siguen ni gustan del equipo.

*Editor de la Revista Educ@rnos.jaimenavs@hotmail.com

Escriba su búsqueda y presione ENTER para buscar