Escuelas bilingües: formando a los inmigrantes del mañana

 en Marco Antonio González

Marco Antonio González Villa*

Hace 12 años nuestro peculiar presidente Vicente Fox dio muestras de la forma en que se maneja la política exterior y laboral en nuestro país: era 2005 y nadie olvida una de sus frases famosas: “…los mexicanos hacen los trabajos que ni los (afroamericanos) quieren hacer”, en relación a las actividades laborales que podían realizar los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos, lo cual, por cierto, generó incomodidad entre diferentes sectores sociales por el empleo de una palabra políticamente incorrecta que tuve que editar en la frase referida. También, en un video que fue poco difundido en nuestro país, llegó a decir que en México se estaba preparando (¿?, ¡¡) a jardineros para que pudieran ser empleados en casas grandes de estadounidenses. Nunca refirió el nombre de la escuela y la forma, pero aludía obviamente a uno de los trabajos que nuestros paisanos hacen comúnmente allende nuestras fronteras. Fue evidente que no tuvo la capacidad de generar las condiciones para que nadie quisiera irse del país.
Tocó turno entonces al llamado “presidente del empleo” Felipe Calderón, quien irónicamente al término de su sexenio dejó un número mayor de desempleados en comparación a los que tenía al inicio de su gestión. La salida de mexicanos hacia el vecino del Norte fue un rubro que también se vio en incremento, por lo que de igual forma no tuvo forma de revertir esta situación.
Ahora tenemos a un Peña Nieto que prometió, y firmó, muchos compromisos, que no acabará de cumplir, siendo uno de ellos mejores empleos y mejores sueldos, en lo cual está reprobado por lo que el número de emigrantes y la delincuencia van en un ascenso que parece ya no hay forma de detener, ligado a un incremento en la desigualdad social y la inequitativa repartición de la riqueza.
Hoy nos venden un proyecto, a 20 años, para que todas las escuelas puedan formar a alumnos bilingües, lo cual nos pone en una sensación ambivalente: por un lado ilusiona la posibilidad de que se haga realidad y tengamos a mexicanos con mayores herramientas para la vida, pero, por otro, nos hace nuevamente dudar sobre todo porque nos han prometido muchas cosas cada 6 años en campaña y como proyecto presidencial ya en la silla y, desafortunadamente, hemos visto cada año fracasar, pero sobre todo no cumplir ni conseguir los objetivos de sus propuestas.
La única posibilidad de éxito de este proyecto educativo reside en que al término de su preparación académica, los alumnos dispongan de un escenario laboral en el que puedan ver compensada su preparación, pero, por encima de todo, que el valor de su trabajo sea dignificado con un sueldo justo y ético, no como son los salarios en este momento.
En caso de que las políticas laborales y los proyectos de partidos sigan por la misma línea, en veinte años veremos crecer el número de inmigrantes que buscarán obtener mejores condiciones de vida que, podemos prever desde ahora, México no les podrá ofrecer.
El proyecto es bueno, pero sólo parcialmente. Sin embargo, si miramos la tendencia de los últimos presidentes de promover la salida de compatriotas, entonces esta propuesta del Nuevo Modelo Educativo es congruente y de metas claras: preparar mejor a los inmigrantes del mañana.

*Maestro en Educación. Profesor de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala. antonio.gonzalez@ired.unam.mx

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