¡En la matrioshka!

 en Rodolfo Morán Quiroz

Luis Rodolfo Morán Quiroz*

Este término designa a un conjunto de muñecas rusas que se insertan unas en otras, y podría servir de metáfora para denominar la actual situación. Dentro de un contexto más amplio de pandemia, nos hemos encontrado que los ámbitos de la actuación humana han conservado y multiplicado su complejidad. Hay problemas adentro de problemas y adentro de esos hay otros más. Los mecanismos de funcionamiento de las vidas humanas y del funcionamiento de muchas de las esferas en las que nos hemos involucrado se han complejizado desde hace décadas y el gran contexto de la pandemia incide para matizar los cambios en procesos que ya vienen operando como tendencias.
La expresión popular remite a la madre de un progenitor o una progenitora: “éramos muchos y parió la abuela” para hacer referencia a situaciones que ya eran complejas y que se volvieron aun más difíciles de solucionar. En ese caso, la expresión podría ser “¡en la bábushka!”. A individuos, grupos, organizaciones y gobiernos nos ha tocado lo duro y lo tupido. Además de que hemos perdido buena parte de las relativas certidumbres de nuestras rutinas diarias, hay quienes, en las jerarquías laborales, familiares o políticas, quisieran estrechar la inspección de nuestras vidas.
Hemos sido testigos de intentos por enterarse de nuestros horarios y de vigilar que estemos en donde los jefes, las parejas o las autoridades locales, estatales y federales consideran que debemos estar a determinadas horas del día y de la noche. Algunos regímenes han impuesto toques de queda y otros han establecido cordones sanitarios. Se han cerrado fronteras, portones, cercas, ventanillas, trámites y procesos. Se han limitado los servicios y las actividades recreativas; se han generado más tensiones y presiones que han derivado en más agotamientos y depresiones. Tantos problemas entrelazados y contenidos unos en otros han requerido nuevas estrategias para resolver rezagos y nuevas capas de complejidad.
En días recientes, en algunas ciudades han comenzado las clases presenciales o los cursos híbridos (unos estudiantes y docentes van a la escuela y otros se quedan en casa), lo que complica los traslados de unos y las conexiones con tecnologías de otros. Esa medida ha tenido que revertirse debido al excesivo calor en algunos de los planteles, y es de esperar que en algunos lugares el invierno obligará a que estudiantes, progenitores y docentes se queden en casa a protegerse del frío. En los meses de la pandemia nos hemos enterado de incendios, sequías, inundaciones, explosiones, cambios geopolíticos, represión política, pobreza extrema, manifestaciones a favor y en contra de diversas causas, la aplicación de nuevas o renovadas tecnologías de comunicación. Quizá porque hemos puesto más atención a las noticias o quizá porque éstas se han sucedido a un ritmo vertiginoso, nuestra concepción del mundo después de marzo de 2020 nos ha llamado a la conciencia respecto a la interrelación de los problemas y los proyectos de la humanidad.
En el campo de la educación nos hemos encontrado con la necesidad de decidir si es más importante la obligación o el derecho a la educación. Nos preguntamos qué problemas pueden derivarse de asistir a la escuela y exponerse a contagios, ya sea como docentes, como padres o como funcionarios. Y qué problemas pueden derivarse de que las instituciones educativas sigan cerradas. Qué aprendizajes se han postergado y cuáles será imposible de recuperar, cuáles etapas en la maduración y en el aprendizaje hemos reprimido y para cuáles hemos encontrado alternativas. Como sea, estamos en la coyuntura de aprender qué tapas corresponden a qué bases de cada una de las muñecas y de armar y ordenar estas series de problemas complejos que nos han sobrevenido en los meses recientes.

*Doctor en ciencias sociales. Profesor de la Universidad de Guadalajara. rmoranq@gmail.com

Comentarios
  • Bertha C S.

    Muy de acuerdo con su opinión…creo que han estado con el objetivo de entrenar a la humanidad a vivir agachados ante las órdenes de autoridades que solo tienen el objetivo de dominio con fines muy egoístas. Ojalá la humanidad despierte y no permita que se pierda la libertad y el amor a la vida y a nuestros semejantes. La salud no es más que el resultado de vivir en, con y para el amor. Y lo que ha resultado es que quieren que se viva en el miedo.

  • Israel Vega

    Dificultades envueltas, en peores dificultades.

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