El voto, la división y el engaño, ¿qué hay de la educación?

Jaime Navarro Saras*

Había prometido no engancharme en ninguna discusión durante este proceso electoral, sin embargo, no he podido aguantarme las ganas de apuntar, cuestionar, contradecir, señalar y defender mis posturas en relación a las campañas locales y federales.
Hasta antes del primer debate las cosas se movían, aparentemente, en aguas tranquilas (las encuestas alegraban a unos e inquietaban a otros, pero todo bien), después de este enfrentamiento el tema de las campañas se volvió viral, ya que todo mundo comentó algo acerca de ello. El “debate” polarizó la opinión de las personas, de haber 5 posturas “ideológicas”, concretamente quedó en dos posiciones: la de Andrés Manuel López Obrador y la de los otros cuatro (Anaya, Meade, Zavala y Rodríguez) en contra de él. En este “debate” nunca aparecieron ejercicios de análisis o propuestas reales, al contrario, se manifestaron visiones que despertaron altas emociones en la gente, generando enojo y molestias en los dos bandos.
Las palabras más notables en el “debate” fueron peligro y miedo, las ausentes, para no variar, democracia, tolerancia, propuesta y cambio, hoy, al igual que hace 6 y 12 años, hay temor porque la presidencia gire hacia la izquierda, se vuelve a recurrir al spot sensacionalista de miedo, al engaño y a tergiversar las ideas descontextualizadas del candidato no oficial, asegurando que si gana X candidato el país será como Venezuela, Cuba o, hasta Siria, y que si gana Y candidato la seguridad, el desarrollo y la felicidad de los mexicanos está totalmente garantizada, tan falso lo uno como lo otro, lo cierto es que la población sólo es utilizada para acumular votos, ya que una vez pasada la elección y con el candidato oficialista en el poder, el pueblo pasa a segundo o tercer lugar; los gobiernos de los últimos 40 años no gobiernan ni han gobernado para el pueblo, gobiernan para sí mismos y sus intereses (ejemplos hay de sobra, como las reformas a la ley del IMSS y el ISSSTE, el tema de las gasolinas y la electricidad, etcétera).
Campaña tras campaña electoral es lo mismo, se juega con los sentimientos de las personas y la intención del voto está mediado y dirigido desde las férreas guerras y guerrillas publicitarias, por eso se contrata a los expertos publicistas para que diseñen estrategias que puedan vender una campaña y un candidato tal como se vende un auto, un perfume, una bolsa de papitas, un refresco y nos hagan sentir Totalmente Palacio.
En estos contextos electorales se evidencian las carencias educativas que cada persona o grupo social han logrado aquilatar, a menor desarrollo individual y colectivo de procesos críticos, analíticos y creativos en los sujetos, mayor es el engaño de que son presas. Es aquí entonces donde surge una pregunta, ¿qué clase de personas forma la escuela en un país como México?
Se entiende entonces, que lo menos importante (para un gobierno que no ha logrado extender la justicia social, el equilibrio económico y las oportunidades de vida a la mayoría de la población) es la calidad educativa. Definida ésta como algo integral, es decir, que la educación (y todo lo que la engloba) esté garantizada para un mexicano desde que nace hasta que se incorpora a un empleo o una actividad formal y le permita tener los ingresos suficientes para una calidad de vida óptima y digna.
En este sentido, resulta importante y fundamental la formación educativa de los sujetos en estos campos, cosa que se dice reiteradamente en las campañas del INE (Instituto Nacional Electoral) pero que en la realidad poco se hace, las razones son diversas, principalmente porque no le toca directamente al INE, sino a la SEP y las secretarías de los estados.
Sigamos pues, enfrascados en estas guerras emocionales inútiles mientras llega el día de las elecciones y donde las encuestas, la publicidad y el miedo al futuro no intenten dirigir la intención del voto por X o Y candidato, sino la reflexión consciente de lo mejor que merece México en estos tiempos del neoliberalismo global.

*Editor de la Revista Educ@rnos. jaimenavs@hotmail.com