El triunfo de México

 en Marco Antonio González

Marco Antonio González Villa*

Los últimos días en el país han sido intensos en el plano emocional, pero, a diferencia de otras ocasiones, considero que la sociedad mexicana ha mostrado una madurez que servirá de aprendizaje para las siguientes generaciones.
Por varios meses se vivió con ansiedad la llegada de dos eventos importantes, que por el azar, el destino o una interesante coincidencia coexistieron en un mismo lapso de tiempo: hablamos obviamente del mundial de fútbol y de las elecciones para presidente de la República.
Las expectativas y la polarización optimismo-pesimismo en relación a ambos temas aparecieron como siempre, sin embargo, es la respuesta final mostrada la que es digna de resaltar.
Hay una frase de Jorge Valdano, ex futbolista campeón de mundo con Argentina en México en 1986; ha acuñado una frase de una gran profundidad y elocuencia que finalmente hemos entendido los mexicanos: el fútbol es lo más importante entre las cosas menos importantes. Y así, a pesar de la euforia que habían generado las primeras victorias vino una derrota que nos ubicó y volvió a la realidad, razón por la cual no hubo, en esta ocasión, desbordamientos ni apasionamientos dramáticos ante la derrota final que concluyó con el sueño de cada cuatro años; hubo frustración, pero fue asimilada con prontitud y se ha entendido ya que, efectivamente, el fútbol no es tan importante como parece. El resultado que obtuvo la selección el día lunes lo sabíamos todos antes de empezar el partido.
E igual sucedió en lo político, todos sabíamos con antelación el resultado del domingo histórico. Pero ocurrieron aquí eventos que no podemos dejar pasar. Pese a tener un fuerte distractor y un escenario en el que podrían presentarse situaciones que alteraran el orden, pudimos presenciar una elección, algo verdaderamente importante, en la que emitieron voto un mayor número de personas en la historia de nuestro país, lo cual evidenció el compromiso y responsabilidad de millones de ciudadano que decidieron ejercer uno de sus principales derechos y que encumbró a la democracia. Esto representa una enseñanza y un mensaje claro para cada niño y adolescente que acompañaron a sus padres a las casillas.
Por otro lado, finalmente, la sociedad en su conjunto emitió un voto en el que se mandó un mensaje claro de reprobación al partido en el poder, haciéndole pagar caro cada uno de los errores cometidos, eligiendo a López Obrador que representa un proyecto en sentido opuesto y en el cual cada uno de los votantes alberga una esperanza de cambio, porque el presente es insoportable; es la primera vez que gana la izquierda. Y hay aquí otra enseñanza para todos los menores y futuros votantes de una importancia que necesitamos trascienda a todas las generaciones venideras: cada mexicano tiene el poder y la libertad de poder expresar su opinión al gobierno a través de la emisión de su voto en una contienda presidencial.
El triunfo de México es innegable, entonces hemos dado un gran paso hacia la madurez como sociedad al aceptar con mayor aplomo la derrota y no renunciar al derecho de votar y elegir al dirigente que uno prefiera, sin importar campañas sucias o críticas al candidato de preferencia. ¡Bravo, para ponerse de pie!

*Maestro en Educación. Profesor de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala. antonio.gonzalez@ired.unam.mx

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