El sindicato ¿de los maestros?

Graciela Soto Martínez*

Es el tiempo de elegir líderes sindicales, ahora a través del voto libre, secreto, voluntario; pueden existir votos de confianza, fe, lealtad, compromiso, ingenuidad pero hay otros de castigo. Quien aspire a dirigir a los maestros sepa que la mejor campaña serán los hechos, las trayectorias, las cuentas claras, no los discursos vacíos o las palabras huecas, ser requiere que tengan capacidades y habilidades de liderazgo, resolución de conflictos, mediación, negociación, reconocimiento social, muy al estilo de Chabela Vargas que dijo: “No vengo a ver si puedo, porque puedo vengo”.
Por primera vez se participa directamente en la elección de Secretario General y miembros del comité para las Secciones Sindicales en el país. Hecho histórico que acontecerá en Jalisco el 11 y 14 de octubre del 2022. Tiene su antecedente en la solicitud de democratización de los sindicatos, que en su origen fueron resultado de las luchas sociales obrero-campesinas con líderes que ofrendaron la vida, la esclavitud, pobreza y miseria a la que estaban sometidos no les dejaba otro camino. Las reformas laborales del Organismo Internacional del Trabajo, la OIT han establecido la necesidad de un sindicato fuerte que promueva mejoras en las condiciones de vida de los trabajadores.
Es tiempo de que vote la base, de que no sean los representantes en congresos de puerta cerrada, las cúpulas, los de arriba, los altos mandos. La base son los maestros, los de cada escuela, de todos los niveles, los trabajadores de la educación, también el personal de apoyo, el de oficinas administrativas, además los directores, los supervisores, jefes de sector, los asesores técnicos, somos la base. Algún día reconoceremos la fuerza y el poder de la base, que es la que sostiene la punta de la pirámide. Todos los que cotizamos pertenecemos al sindicato.
El cambio a veces se cocina lento, los vasos se van llenando y llega el día en que los factores influyen y existe la coyuntura, son como pequeñas fisuras por donde entra la luz, y luego se van haciendo más grandes; esta transformación está sucediendo ahora, tenemos la oportunidad de votar por una planilla, tal vez es poco tiempo para las campañas y no hay equidad en las condiciones de los participantes que deben emplearse a fondo con sus recursos, sin embargo, esta elección será la precedente de la siguiente y habrá que llevar un registro de cómo se ejerce el poder que les otorga la base, para hacer un llamado a cuentas en la papeleta que se ejerza el voto.
Quien dice “Quiero creer en el sindicato” revela decepciones y que no le han resuelto diversas problemáticas, se ve además desde fuera, no se siente parte, ese es todo un reto si queremos que una organización nos represente, hay un reclamo, sin embargo, es más cómodo esperar los resultados de negociaciones que luchar por ellas, hay unos que levantan la voz pero están solos, no tienen organización o estrategia. Otros más, por decisión propia no participan porque no les ayudaron en su momento, algunos fueron excluidos por quien estaba dirigiendo o tenía algún cargo en el comité.
Hay cierta nostalgia por la “Maestra” Elba Esther Gordillo, que pasó una larga estancia en prisión, hoy libre, si bien nadie estaba de acuerdo con sus prácticas de dedazo, corrupción y enriquecimiento ilícito, ella era un personaje importante, no sólo en la elección de los Secretarios Generales de los estados, hasta en la política nacional definía elecciones, estar con ella era ser ganador. Las añoranzas son la fuerza del Sindicato más grande de Latinoamérica, que tenía logros como bonos, días de vacaciones, firma de acuerdos como el de Carrera Magisterial, promociones, se le tenía respeto. Hasta que llegó la mal llamada reforma educativa y Juan Diaz le dio en la torre. El pasado del sindicato tiene su lado glorioso y también una parte oscura, vergonzosa, de despilfarro, sobornos, ventas, herencias, entre otras cosas que les consta a los que estuvieron ahí.
Hay tanta similitud con la política civil en las elecciones de estos cargos que ahora serán votados, en campaña, hay un panorama prometedor, esperanzas, todos escuchan, se exponen ideas, compromisos, se reconocen los errores y hay propósito de enmienda, otra semejanza son la cantidad de partidos, con sus colores, en el caso de la elección sindical esto también acontece, se ha presentado además guerra sucia lo cual denigra la profesión que ostentamos, al enlodar a otros nos ensuciamos como gremio. Se ha escuchado decir que no es el partido, es el candidato. Eso es clave, las personas con sus biografías son un libro abierto del cual se puede saber qué esperar, a muchos candidatos no los conocemos, eso no se sabe si es ventaja o desventaja.
En Jalisco, en la Sección 47 se registran 3 planillas, en la Sección 16 ocho, hubo espacio para la pluralidad, “muchos quieren ser cabeza” en las votaciones serán los números los que revelen la fuerza del grupo, lo efectivo de la organización. “Divide y vencerás” parece ser la premisa. Las planillas algunas tienen trabajo y alcance estatal, otras son más regionales, sus lemas son #Unidad, #Aliados, #Cambio 47, #SnteFuerte #SoySnte16, #Mia contigo, #Asamblea, #Poder de base, #Transformación sindical, #yo con Martín Garcés, #SiempreSnte.
Hay una constante de vulnerar derechos de los trabajadores, al establecer dos años para los cambios, al desaparecer el escalafón, al no generar claves directivas, los problemas de pagos que son reiterativos quincena a quincena. Las leyes secundarias como la de USICAMM que tienen lineamientos que son obstáculos infranqueables, otras situaciones son uso indebido de la autoridad, poca o nula defensa ante acusaciones de los padres de familia, el otorgamiento de permisos que luego no se cubren, las dobles o triples funciones que les tocan a algunos trabajadores, la atención a grupos numerosos, apoyos a la vivienda donde no te vendas por 30 años, entre muchos otros que están emergiendo estos días.
Los retos, el primero que la base salga a votar, en un día que se ha otorgado para este fin, después la formación sindical verdadera, el respeto a los derechos y recuperar los que se perdieron, cuentas claras, finanzas sanas, transparencia en el uso de los recursos, gente que se dedique a atender a los maestros, que estén en sus espacios, no comisionados, ni de vacaciones en el sindicato, dedicados exprofeso al cargo que contendieron, dignificar el servicio médico, atención integral a los jubilados, justicia en las promociones horizontal y vertical.
Votemos por un sindicato de los maestros, que esté cuando lo necesitemos, que no negocie en lo oscuro, porque se manifieste cada que sea necesario, que no le tema a lucha, que no se arrodille ante las injusticias, y si no, pues que se le demande…

*Doctora en Educación. Jefa de Sector de Educación Preescolar en la SEJ. grace-soto@supervisores.sej.gob.mx