El secuestro del pensamiento Universitario

 en Carlos Arturo

Carlos Arturo Espadas Interián*

Formar en todos los niveles educativos implica abrir mundos de referencia para el estudiantado. Dependiendo del nivel educativo, esos mundos que se abren suelen cambiar no por la forma, sino por la orientación ideológica que los sustenta.
Tenemos en países como el nuestro, donde la educación básica se encuentra regulada, diseñada y operada por el estado a nivel central y donde se permiten en espacios curriculares específicos introducir asignaturas regionales, complicaciones para presentar aspectos distintos del tema o los temas a tratar, así como también lograr planteamientos con fundamentos filosóficos distintos para que el estudiantado construya su posición ideológica a partir del discernimiento propio.
Podemos decir que conforme los niveles educativos cambian, mayor posibilidad tiene el estudiantado para poder tener parámetros de referencia ideológicos distintos que se materializan en corrientes teóricas y conceptuales, a partir de posiciones epistémicas específicas.
El nivel superior, sin lugar a dudas, es el que permite, aunque no exclusivamente en él, la mayor posibilidad para que los estudiantes transiten distintas posiciones ideológicas y construyan la suya, en caso que no la tengan ya construida, porque recordemos que, en el nivel superior, entre otras variables, la edad posibilita tener una posición ideológica definida.
Sin embargo, en países como el nuestro tendríamos que reflexionar si esas posiciones filosóficas están fundamentadas en elementos epistémicos y, por ende, teórico-conceptuales o, en su caso, responden a adoctrinamientos que recuperan otros elementos constitutivos que nada tienen que ver con los primeros mencionados y quizá mucho que ver con elementos de índole propagandístico, por citar una posibilidad de las muchas opciones alternativas a las fundamentaciones que podrían usarse.
Se debe repensar desde dónde el estudiantado de nivel superior de este país y específicamente de las Universidades con tradición humanista, se encuentran en ese ejercicio de fundamentación, construcción y reconstrucción de sus propios parámetros ideológicos, que sin duda alguna quedarán enmarcados en corrientes específicas ya definidas, pero que estarán matizadas por las circunstancias formativas, intelectuales, de abstracción, vida y demás del estudiantado.
La preocupación central será evitar que alguna institución de nivel superior quede secuestrada por una posición ideológico-filosófica exclusiva y que soslaye y supedite a las otras posibles, independientemente del sustento y, sobre todo posibilitar una formación tal que permita al estudiantado fundamentar, construir, reconstruir sus posibilidades. Porque si eso pasara no podríamos seguir hablando de Universidades.

*Profesor–investigador de la Universidad Pedagógica Nacional Unidad 113 de León, Gto. cespadas1812@gmail.com

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