El perfil profesional: requisito para ejercer un puesto o cargo de responsabilidad social

 en Graciela Soto

Graciela Soto Martínez*

El perfil profesional remite a la formación que necesitan las personas para poder desempeñarse en una profesión, se determina señalando los conocimientos, habilidades, actitudes o valores que se tienen que desarrollar para enfrentar los retos y desafíos que le implican desde ese campo de acción específico. Se habla de dos elementos, el perfil que se compone de una serie de competencias tanto generales como específicas, así como lo profesional que es vinculado a una profesión.
En este artículo la competencia se relaciona con lo que Bunk (1994) plantea: “ Posee competencia profesional quien dispone de los conocimientos, destrezas y aptitudes necesarios para ejercer una profesión, puede resolver los problemas profesionales de forma autónoma y flexible y está capacitado para colaborar en su entorno profesional y en la organización del trabajo, esto se vincula con las competencias laborales ya que se habla de ocupar cargos o puestos públicos, la competencia laboral definida por el Cinterfor (El Centro Interamericano para el Desarrollo del Conocimiento en la Formación Profesional OIT/Cinterfor): “Es una capacidad efectiva para llevar a cabo exitosamente una actividad laboral plenamente identificada. La competencia laboral no es una probabilidad de éxito en la ejecución de un trabajo; es una capacidad real y demostrada” (Ruiz de Vargas, Jaraba Barrios y Romero, 2005). De acuerdo a lo anterior no se espera que los elegidos para un cargo de dirección a aprender y que sea probable que tengan éxito, se espera que estos ungidos hayan demostrado en el campo de acción sus capacidades para transformar.
En el campo de la política se ha observado que personas de distintas profesiones y algunos carentes de formación profesional ostentan cargos públicos de alta responsabilidad y que implican una toma de decisiones con afectación social, su designación (la mayoría de las veces) se realiza por algún tipo de relación que tienen con los tomadores de decisiones y privilegian esa característica antes que los perfiles profesionales o las trayectorias consolidadas por el trabajo en el campo de acción.
Hemos observado a lo largo de distintos períodos de gobierno la designación de personas al frente de cargos públicos con diferentes perfiles, y observando el campo educativo transversal a todos los demás campos se puede observar el perfil profesional y laboral de Secretarios de Educación o de Directores Generales, cuyos méritos están en mayor relieve por haber participado en una campaña política que en tener una trayectoria profesional de mejora de los resultados en educación.
Ya lo reza el dicho antiguo: “Zapatero a tus zapatos”, el cual habla de una relación estrecha de conocimiento del propio hacer, que no es limitativo pero que si se habla de un experto que domina su materia. Es complicado que personas ajenas y desconocedoras del área, porque su campo de acción era otro, ahora sean las cabezas que guían a los demás hacia un cambio o una transformación y en las incursiones de los políticos y de otros advenedizos de profesiones a la educación se puede decir otro dicho: “Ciego que guía a otros ciegos”.
El filósofo Bernard Rey (2014) plantea que la competencia está circunscrita a un área, señala, además, que lo impone el sentido originalmente jurídico de la palabra, que designa el tipo delimitado de asuntos que puede tratar una instancia judicial o política.
Otra precisión que plantea es que para ser competente, el actor de una práctica social debe manejar una gama de procedimientos automatizados relacionados con su área, así como también un conjunto de informaciones sobre esa área y que al verse confrontado en su práctica a situaciones siempre singulares y, por lo tanto, relativamente inéditas, el actor competente es aquél que sabe movilizar los conocimientos y los procedimientos que posee, aquellos que convienen a la singularidad de la situación.
En el cambio o la transformación, las reformas requieren que los implementadores sepan lo que están haciendo, que posean las competencias profesionales para dirigir, que implica el conocimiento de la profesión a la que van a dirigir, no se espera que ingenieros industriales dirijan a la facultad de medicina o abogados dirigiendo la secretaria de salud, esto por dar ejemplos. Para ampliar el análisis se puede observar la trayectoria o perfil de exsecretarios de educación en el Estado como Francisco Ayón López quien tiene el siguiente perfil: “Es integrante de la Sección 47 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, en el que se ha desempeñado como Secretario de Prensa y Propaganda del Comité magisterial. Durante quince años fue profesor de Educación Básica”, en el PRI ha sido Consejero Político Estatal y Municipal y presidente del ICADEP Guadalajara. Pasó también por la FEG como integrante del Comité Directivo. (El Informador, 28 de febrero de 2013).
Plantear una reforma, una refundación o la mejora de los resultados en los distintos campos sociales y en especial el educativo requiere se revisen los perfiles y la trayectoria profesional de quienes ocupan los cargos clave en las distintas áreas o instituciones. Dentro de la afinidad política o de formas de entender o concebir el mundo es necesario se tomen en cuenta estos aspectos, y no actuar desde la prepotencia o desde el compromiso político, donde se premian los compadrazgos y las lealtades.
El vox populi menciona una frase cuando no se resuelven problemas sociales y el gobierno permanece al margen de las soluciones y es la siguiente: “Si no saben renuncien” y en lo particular añado si no saben, pregunten, capacítense, recurran a los expertos, realicen foros, escuchen a los que saben, construyan en conjunto, sean humildes, reconozcan sus áreas de oportunidad, asuman su responsabilidad por acción o por omisión y, algo alentador, sumen a los que si saben, esto fortalecerá la mejora en los resultados.

*Doctora en Educación. Jefa de Sector de Preescolar. grace-soto@supervisores.sej.gob.mx

Comentarios
  • Mario Valdivia Infantas

    Se agradece la publicación, pero, es muy cerrada la visión…
    Considero que debe tomarse muy en cuenta, además, la formación en la familia, los valores, la vocación y aptitud para servir a los demás.
    Les digo ésto porque conozco a infinidad de funcionarios que ostentan títulos de muchas universidades, capacitaciones, diplomados, maestrías, pero, CORRUPTOS.

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