El estado de Jalisco con proyecto político pero sin proyecto educacional

 en Andrea Ramírez

Andrea Ramírez Barajas*

La llegada a la gubernatura de Enrique Alfaro Ramírez, después de muchos esfuerzos y de muchas promesas y compromisos asumidos en el camino, junto con los primeros días ya como gobernador electo, nos da pie a pensar en una interrogante importante en dos vías, ¿qué papel juega la educación en los proyectos políticos?, y ¿qué papel juega la política en los proyectos educativos?
Desde el año de 1992, fecha en que se descentralizan los servicios educativos, el poder y las decisiones pasan a los gobiernos estatales. Si, y también la ambición desmedida por el poder y la utilización discrecional e irresponsable de los recursos.
Así como sucedió en aquella vieja historia de Homero en donde Odiseo corre el peligro de ser seducido por el canto de las sirenas, así también los políticos locales son seducidos por los recursos y el potencial que encierra lucrar con la educación (el canto de las sirenas en términos actuales). Pero a diferencia de ello no se comprometen a desarrollar políticas públicas que se traduzcan en beneficios claros para la sociedad, para los niños, niñas y jóvenes.
Parece que está claro que la gestión educativa de Francisco de Jesús Ayón López ha sido la peor en la historia reciente de esta entidad, al hacer un uso descaradamente corrupto de los recursos públicos junto con sus allegados (y como decía un colega hace días) mientras nadie llegue a la cárcel parece que no pasó nada.
La gestión educativa de Enrique Alfaro, junto con su secretario de educación y al lado del equipo encargado de atender los asuntos educativos pintan igual…, o peor que sus antecesores. Peor porque pareciera que no aprendieron la lección de sus antecesores, peor porque estaban pintadas con relativa claridad las prioridades que habría que atender y no lo están haciendo.
Están gastando muchos recursos (intelectuales y financieros) en el diseño de una propuesta que parece está pensada para incluir conceptos bonitos, enfoques de moda y modelos que no responden a ningún problema de la realidad actual, de las necesidades verdaderas que reclama la sociedad jalisciense.
El titular de la dependencia apuesta, junto con la estructura de Educación básica, de Formación docente, de Planeación y de Recursos Humanos (parece que les dijeron que liberen a sus propios perros para que dejen salir sus proyectos específicos), por una gestión de interés personal por encima del interés social y colectivo.
La Coordinación de Formación docente es la instancia más lamentable, el responsable del área está esperando que el titular de la SEJ deje el puesto por cansancio o desgaste para ocupar dicha silla y, entonces, lejos de atender lo que la formación inicial, continua, permanente, la profesionalización y el posgrado demandan, está a la espera y al asecho de que caiga el príncipe para poner otro. Otra vez la seducción del canto de las sirenas.
Enrique Alfaro está muy a tiempo de corregir, no sólo las personas que integran su equipo de colaboradores, sino también el enfoque de la política. Su proyecto político está claro; él tiene aspiraciones muy grandes, que van mucho más allá de gobernar esta entidad y son válidas. Si, pero la educación va primero. Y las demandas, las necesidades y la atención a los rezagos educativos que se han acumulado aquí son prioritarios. Son muchos los que tienen aspiraciones políticas y les interesa la política y somos menos a los que nos interesa prioritariamente la educación. Dejen que a los que nos interesa la educación nos hagamos cargo de atender verdaderamente los asuntos educativos. “Al César lo que es del César…”

*Doctora en educación y consultora independiente. andrearamirez1970@hotmail.com

Comentarios
  • Gilberto pindter

    Esta claro

    • Eduardo Betanzos

      Sí, «está…»

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