El Covid-19, en quién o quiénes creer

Jaime Navarro Saras*

No cabe duda que las autoridades federales, estatales y municipales encargadas de diseñar y dirigir las estrategias y las políticas para contener el Covid-19 fueron rebasadas desde hace más de un mes por la población, sobre todo por aquellas personas que ya habían agotado sus ahorros para subsistir, por los que viven del comercio informal, por quienes recibieron descuentos en su salario y por aquellos que fueron despedidos de sus empleos, entre otros tantos casos similares.
No es casualidad que todo ello empezó a darse un poco después de los escándalos con los jóvenes que se manifestaron en Palacio de Gobierno en Jalisco, por los problemas de inseguridad, del atentado al secretario de seguridad de la Ciudad de México, Omar García Harfuch, de la guerra contra los cárteles y demás.
El gobierno se topó con una realidad que se negaban a reconocer: qué México no es Suiza, Francia, Alemania, Italia, España, EEUU o cualquier otro país de primer mundo en donde hay recursos para que la población se pueda quedar en casa un mes, dos, tres o los que sean necesarios; México no lo puede hacer, la pobreza nos embarra en la cara que falta mucho por hacer y que, aunque se engañen a sí mismos, los mexicanos no les creen porque el engaño siempre ha estado presente en las prácticas y discursos gubernamentales; la historia nos ha dicho que en México siempre quedan dudas en las respuestas que el gobierno da a las cosas, sobre todo cuando hay tragedias o escándalos que acaparan las primeras planas de los medios de comunicación, por ejemplo, a la fecha todavía no sabemos cuántos murieron en el Terremoto de 1985, en las explosiones del 22 de abril en Guadalajara, lo que pasó con los 43 estudiantes de Ayotzinapa, de la justicia a los niños fallecidos y lesionados por quemaduras en la guardería de Hermosillo, Sonora, etcétera, etcétera.
Y digo todo esto porque es lo que escucho todos los días de la gente, es cierto que sabemos de las cifras de contagios y fallecidos a consecuencia del Covid-19, que incluso nos enteramos o tenemos conocidos o familiares que fallecieron y, por los protocolos emergentes, pareciera ser que la causa de su muerte fue por ello; sin embargo, hay una serie de elementos que generan dudas y no tanto por la cultura del rumor, sino por todas las declaraciones de los gobernantes y las fórmulas matemáticas con que explican la pandemia, en este sentido cito un sólo elemento (la estadística mundial) para debatir y reflexionar.
Nos han dicho cifras todos los días desde que apareció el doctor Hugo López-Gattel dando informes y pronósticos sobre el Covid-19, se dice que al día de hoy en México hay 262 mil casos confirmados, 160 mil recuperados y 31 mil 119 fallecidos, si hacemos una regla de tres, del total de confirmados (262 mil), fallecieron el 11.87% (31 mil 119); en Jalisco hay 7686 confirmados, 3671 recuperados y 840 fallecidos, lo que da el 10.96% de fallecidos, me llama la atención el porcentaje de fallecidos tanto en Jalisco (10.96%) como a nivel nacional (11.87%), muy similares mientras que, a nivel mundial son otros datos (salvo en España e Italia que son similares a nuestro país) y los señalo sólo para la reflexión (cabe señalar que son número redondos y tomados de lo que arroja la OMS).

En fin, podrá ser un problema matemático, podrá ser un problema educativo, podrá ser que no aprendimos las operaciones básicas en la primaria, pero lo cierto es que el cuadro deja ver una realidad y el tema de creer o no en lo que nos dicen es consecuencia de muchas cosas, principalmente que a los mexicanos casi nunca nos hablan con la verdad y cuando lo hacen no les creemos y, a la larga se convierte en un círculo vicioso que nunca termina, ¿qué sigue?, no sabemos, pero lo cierto es que este confinamiento ya cansó.

(Tema aparte, los invitamos a compartir el libro que hoy subimos a nuestra página, “Los tiempos educativos en el Covid-19. Historias, vivencias y testimonios desde la escuela distante”).

*Editor de la Revista Educ@rnos. jaimenavs@hotmail.com