Delfina sin la SEP, la SEP sin Delfina

 en Jaime Navarro Saras

Jaime Navarro Saras*

Sabíamos de sobra que la secretaria de educación, Delfina Gómez, no terminaría el sexenio como titular de la SEP, también sabíamos que en sus planes prioritarios estaba ser gobernadora del Estado de México, lo que no sabíamos era que su paso por la SEP sería gris, apocado y ausente de personalidad y deseo por dejar su huella en el magisterio, toda vez que es licenciada en educación básica, fue profesora frente a grupo y sabe de sobra sobre las necesidades que cada docente tiene en cuanto a reconocimiento social y, sobre todo, en cuanto a lo económico y desarrollo profesional.
Por desgracia, su paso por la SEP sucedió sin pena ni gloria, aunque (por los hechos) prevaleció más la pena que la gloria; quizás nunca entendió que ser titular de la Secretaría que se encarga de la educación pública en México era un puesto toral para el desarrollo del país, o tal vez se le ofreció el puesto como premio de consolación por la fidelidad con el presidente y porque (a decir de las encuestas) era la persona con mejores posibilidades para sacar al PRI de el Estado de México y habría que tenerla en el aparador político, lo cual sabremos con certeza hasta un día después de las elecciones de dicho estado.
Lo cierto es que Delfina Gómez dejó mucho que desear al frente de la SEP, la lista de asuntos pendientes es interminable, qué decir de las cosas que dejaron de hacer o se hicieron con lógicas sin sentido, a quién se le ocurre, por ejemplo, primero diseñar y elaborar libros de texto y después elaborar planes de estudio.
De pronto parecía que no estaba enterada de lo que sucedía en la SEP, fue lamentable su explicación del incremento salarial del 15 de mayo, pero no sólo fue lamentable, sino evidenció su falta de habilidades para explicar las cosas, no por algo el manejo de su imagen, las apariciones públicas y la utilización de redes sociales contrastaron de forma evidente con su antecesor, quien dejó la SEP para ponerse la casaca de embajador de México en EEUU.
Fueron casi 18 meses al frente de la SEP y su nombre sólo será parte de la historia como una secretaria más, pero no será recordada como alguien que hizo o promovió cosas para que su nombre y sus hechos prevalecieran positivamente en la memoria del magisterio, sino todo lo contrario, fue una maestra que no se puso el overol de docente sino el de una funcionaria que utilizó a la SEP como plataforma para ser gobernadora, lástima por ella y por la educación que estuvo en sus manos, no se le extrañara, tampoco se le odiará, simple y sencillamente se dará vuelta a la página deseando que la siguiente persona que llegue a dirigir la SEP haga su trabajo y entienda que esta secretaría es toral para formar recursos humanos que con el tiempo puede hacer de México un mejor país, veamos pues que hace por la educación el tercer secretario de educación en lo que va del sexenio, también esperamos que Delfina sea mejor gobernadora que secretaria (si es que gana la elección) y de hacerlo se lo agradecerán los mexiquenses ya que el magisterio se quedó con las ganas, principalmente porque ella misma fue parte del gremio y no demostró el sentido de pertenencia que se esperaba.

*Editor de la Revista Educ@rnos. jaimenavs@hotmail.com

Escriba su búsqueda y presione ENTER para buscar