Del año de la pandemia al de la vacuna. Feliz 2021

 en Graciela Soto

Graciela Soto Martínez*

Adiós al 2020, bienvenido 2021, tal vez no necesitamos cambiar de año, sino de actitudes, de acciones, no entendemos el valor de la vida hasta que nos pone contra las cuerdas; por fin cerramos el capítulo de 2020, un año intenso con muchas facetas, al inicio era tan prometedor como cualquier otro, pero conforme avanzó fue un cúmulo de complejidades o de la revelaciones.
Los propósitos de este año pueden ser fruto de los aprendizajes del año de la pandemia. ¿Qué has aprendido este año? Y de ahí se pueden derivar las metas para el año de la vacuna, ¿cuáles son tus propósitos del tiempo nuevo? En lo particular aprendí lo fundamental de lo presencial por ello me propongo que cuando esté con alguien hay que estar con todos los sentidos, aprendí que el trabajo no es seguro para todos, por ello mi propósito es valorar, bendecir y cumplir con el trabajo que trae bienestar a la propia vida y la de los demás, aprendí que tengo que cuidar mis pensamientos y mi alimentación, unos nutren mi cuerpo y otros mi alma, cuando estaba en el trabajo deseaba estar en casa y en los confinamientos añoraba el trabajo o con los demás, por ello aprendí a vivir sin anticipar sucesos, valorando cada momento, dejando atrás lo que ya pasó, enfermedades y problemas como glorias y éxitos, el presente es siempre un gran regalo que no disfrutamos por vivir con ansiedad de un futuro que no llega y de un pasado que es una carga.
Las familias preparan su reunión de año nuevo con los mismos que han hecho la cuarentena, bajo su riesgo se agregan los invitados, no hay festividades con multitudes, Times Square no albergará a los neoyorkinos del mundo para contar los segundos que dan la bienvenida al nuevo año, los fuegos artificiales no son admirados en las bahias, cada uno puede mirar su cielo estrellado y su pantalla, París, Sídney, Acapulco, lugares de grandes celebraciones anuncian que no habrá público en su festividad, la recepción de 2021 será online.
Es tiempo del ritual de agradecer por la familia junta, el viaje cancelado, la salud recuperada, los doctores y enfermeras, la atención médica, comida en la mesa, el trabajo, tanto que agradecer, como lo señala Neruda en su “Oda a las gracias” y Borges en “Otro Poema de los Dones”; Gracias quiero dar al divino Laberinto de los efectos y de las causas. Que agradecer ocupe un espacio importante en este momento, observando más allá de lo aparente, no es la cena, son los que se reúnen en torno a ella, no es el vino del brindis sino el festejar la vida, no es la reunión, es saber estar desde cualquier sitio unidos por el respeto y el amor, no es la frase de feliz año nuevo es tomar conciencia de que cada día importa.
El pensamiento mágico decreta que con un año nuevo todos los males quedan atrás y se formulan peticiones de acuerdo con las necesidades o carencias, un pensamiento crítico señalaría que lo que sucede es la consecuencia de los actos. Después de la larga de lista de lo que tenemos que agradecer habrá que formular los propósitos y priorizar entre los deseos sustanciales y las banales, reflexionar si estamos dispuestos a trabajar para alcanzarlos, mientras estemos vivos todo es posible.
En el 2021 se produce y distribuye la vacuna para el COVID, esto en todo el mundo, éste es un gran propósito, la aplicación empieza por la población vulnerable, el personal médico y los adultos mayores encabezan la lista, esta es una meta de la salud pública, con ello se ganaría la guerra contra este virus después de muchos caídos en batalla.
En educación el gran objetivo y meta es recuperar la presencialidad gradualmente, primero los modelos híbridos para después reunirnos en la misma aula y escuchar lo que cada uno tiene que decir, mirarnos a los ojos, recordar que aprendemos haciendo, una buena idea es empezar esta presencialidad con los invisibles, que la pandemia ocultó, con los rezagados, de los que tenemos información insuficiente, empezar por aquellos grupos y personas que fueron excluidos por las modernas formas de comunicación digital.
Lo que hagamos hoy tendrá repercusión en el mañana, por eso es importante que esta lista de intenciones la encabece la salud física y mental, la que no se consigue de la noche a la mañana, en la que hay que ser perseverante y escuchar a nuestro cuerpo cuando aumenta de peso o siente un dolor, es tiempo de empezar a caminar o incorporar más ensaladas, hacer una terapia ocupacional o visitar al psicólogo para que ayude al manejo de las emociones evitando que se somaticen los pensamientos y sentimientos, por ello el propósito clave es iniciar por uno mismo atendiendo el cuerpo con alimentación saludable, el cual establece para todos los días del año, el de hacer ejercicio es de forma regular y el de la terapia cada que se requiera.
Otro aspecto clave es bendecir el trabajo que se tiene o buscando uno si se ha perdido, valorando que es una forma de realización y de brindar un servicio a los demás, que esto favorece la interdependencia social, recibiendo los recursos económicos merecidos.
Que los deseos que se pronuncien esta noche y el día de mañana sean oraciones de gratitud y peticiones sinceras. Que tengamos más de todo lo que nos hace felices: salud, amor, familia, amistades, trabajo, viajes, poesía, lectura, sonrisas, mirada de niño, vino, postres… que nos sintamos acompañados en los momentos difíciles. Gracias por acompañarnos en un año de lectura de artículos. ¡FELIZ AÑO NUEVO 2021!

*Doctora en Educación. Jefa de Sector de Educación Preescolar en la SEJ. grace-soto@supervisores.sej.gob.mx

Comentarios
  • Irma

    Maravilloso artículo, cada palabra es música en los oídos, mensajes de acción para la mente y bálsamo y melancolía para el corazón. Gracias por cada idea, gracias por estos escritos que nutren la mente y el alma. Que continúen muchos, muchos textos más, porque desde mi perspectiva colaboran a conformar contextos más armoniosos, equilibrados e incluyentes. Feliz año 2021 Dra. Grace.

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