Del análisis curricular al programa analítico

 en Rubén Zatarain

Rubén Zatarain Mendoza*

El presente ciclo escolar ha tenido dos semanas intensivas (agosto de 2022 y enero de 2023) y tres sesiones ordinarias de CTE con el propósito de actualización docente en materia del marco curricular 2022.
Por la forma cómo se ha operado y se ha delegado el proceso de actualización a las figuras de supervisión y dirección, ésta ha sido poco pertinente en contenido y atención de necesidades.
Su eficacia y producción de aprendizajes significativos en el magisterio, con distintas responsabilidades, es un escenario sobre el cual hay mínima evidencia.
Cuánto de lo dicho, cuánto de lo visto, cuánto de lo escuchado, qué saberes se han propiciado y qué aristas han cambiado de la compleja práctica docente, son aspectos sobre los que cabe reflexionar en una evaluación de proceso formativo sobre el que se cruzan distintas demandas.
En la reforma curricular de la educación básica a emprender, faltan las respuestas esenciales y faltan los apoyos y la modificación de algunas condiciones materiales que atraviesan como eje la práctica docente; a nivel de escuela se subrayan variables de contexto pero a nivel de diseñadores de la estrategia nacional y local las diferencias contextuales son invisibles, menú único para todos.
Entre la noción centralista, (la SEP la única facultada para normar en materia de planes y programas de estudio) y el codiseño de la propuesta integradora local en cada colectivo de centro de trabajo, median historias institucionales diferenciadas de los niveles educativos, media un mosaico de condiciones materiales y procesos de madurez institucional diversa, que podrían ser generadoras de nuevas inequidades en la prestación del servicio educativo con la normalidad mínima y calidad necesaria.
Maestros con distintos niveles de intelección y de apropiación del menú audiovisual y textual, maestros técnico-eficientistas, escuchas pasivos con distintos niveles actitudinales y operacionales de lo dicho, escuchado y aprendido.
El pensamiento crítico sobre las ideas pedagógicas pertinentes, sobre la oferta de mediaciones tecnológicas para fortalecer las habilidades docentes, están en el ideario.
Aunque hay poco registro del impacto,la figura colegiada del CTE aún por consolidar en muchas escuelas, tiene como fortaleza la disposición de un día mensual dedicado al estudio de la nueva propuesta, la profesionalización de docentes y directivos y la reflexión sobre la problemática del aprendizaje y la evaluación formativa entre otros objetivos.
El liderazgo académico de los grupos y el uso del tiempo son al menos dos variables que vertebran los procesos.
En aulas con mobiliario adecuado para Niños, Niñas y Adolescentes, en distribución en filas en muchos casos y por la saturación de agendas con dinámicas expositivas y pasivas, el Consejo parece un grupo de propuesta e innovación discursiva.
Este ciclo escolar, en su fase media, estudiar sobre la nueva propuesta del marco curricular 2022 ha llevado el tiempo y la energía de los colectivos.
Institucionalmente se ha operado de arriba a abajo, a manera de cascada y con la cortina de humo de la autonomía curricular y profesional, se ha delegado el esfuerzo a las comunidades de aprendizaje.
Arriba, donde predominan las variables de orden político, abajo donde debe predominar ula racionalidad pedagógica curricular, donde el saber hacer no está equitativamente distribuido.
Hace falta capital pedagógico para enriquecer el debate curricular y habilitar la transformación de la práctica docente en la dirección propuesta.
En el hacer educación inicial, preescolar, primaria, secundaria, física, especial e indígena, concurren colectivos heterogéneos en formación y experiencia profesional.
En las comunidades donde se desempeñan los educadores públicos y educadores de colegios particulares, hay distintas necesidades de formación continua y hay distintos niveles de implicación.
¿Desde la perspectiva del saber hacer cuáles elementos de las aportaciones teóricas en materia curricular serían necesarios incorporar para comprender la estructura de la propuesta?
Desde la dimensión cognitiva (B. Bloom) y desde las habilidades de pensamiento, el análisis sería una de las estaciones a transitar en la dirección del pensamiento crítico del profesorado.
Diseccionar el todo (programa sintético del marco curricular) e identificar sus partes constitutivas (análisis) serían parte de los procesos individuales y colectivos deseables.
Saber hacer programas analíticos, saber hacer codiseño implicaría luz en los puntos de llegada.
Desde el punto de vista político se argumenta una fase participativa-legitimadora en su construcción, desde el punto de vista pedagógico curricular de construcción de comunidades de aprendizaje se impone una fase participativa de lectura, aprendizaje y codiseño a nivel enunciativo.
En la fase de incorporación y transformación de la práctica docente, proceso deseable, las mediaciones han logrado un primer nivel de intelección, hace falta trecho, aprendizajes previos y liderazgo académico en muchos colectivos, los cambios sustanciales de la misma no obedecen solamente al cambio actitudinal y a la buena disposición de reunirse, hacer lectura comentada o exposiciones asignadas.
El análisis curricular de la propuesta nacional materializada en programas sintéticos, requiere de una capacidad de lectura con un mínimo de referencias que superan conceptos estelares cómo el codiseño, ejes articuladores o perfiles egreso.
La construcción del programa analítico, nivel de materialización en planeación didáctica y procesos de aula, requiere algo más que el consenso, el diálogo, la planeación participativa y la calidad de integrar equipo de manera horizontal por grado.
Secuencias vertical y horizontal, coherencia interna, gradación de saberes, niveles de dominio básicos e identificación de un rico marco comprensivo de la manera como se construye aprendizaje en cada nivel, fase y ciclo, así como una diversidad de metodologías y estrategias, serían componentes esenciales en las tareas de diseño curricular exigidas a los docentes de educación básica.
Desde la Pedagogía industrial norteamericana o eurocentristas hasta las epistemologías del sur, Pedagogía no parametral de pensamiento crítico y la Pedagogía freireana de liberación hay un largo camino donde hay camino curricular por significar.
Desde Franklin Bobbit, Ralph Tyler, Hilda Taba, Morganov Heredia, Le xuan y Chasain hasta César Coll, Miguel Ángel Zavalza o ensayistas latinoamericanos cómo los de Rosa Maria Torres o Ángel Díaz Barriga, por mencionar algunos, hay todo un corpus que saber por adaptar a las condiciones y las pretensiones del cambio por emprender desde las pretensiones reformistas nacionales o refundadoras locales.
Es bueno construir comunidad de aprendizaje entre docentes pero, es bueno también alinear a esa pretensión las ideas fuerza de una propuesta de programa sintético, matriz del programa analitico, dónde se tenga claro un punto de partida y un punto de llegada, (sin el espejito de colores en la desigual e inequitativa educación básica, denominado perfil de egreso) en los saberes esenciales y la prospectiva de implementación de la reforma curricular multienunciada.

*Doctor en educación. Profesor normalista de educación básica. zatarainr@hotmail.com

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