De salarios y festejos magisteriales

 en Jaime Navarro Saras

Jaime Navarro Saras*

En efecto, este Día del Maestro no fue diferente al de otros años, salvo cuando estuvimos en pandemia y el cual se realizó sin los protocolos de épocas pasadas. Desde las primeras horas de la mañana de este lunes, las redes sociales se llenaron de felicitaciones y halagos para quienes nos dedicamos a la labor magisterial, más tarde se presentó el presidente con maestros invitados a Palacio Nacional y habló de las bondades de la docencia, de su papel en la sociedad y cerró con el infaltable anuncio del incremento salarial (ahora no fue histórico, como el del año pasado) del 8.2%, de igual manera, en todos los estados de la república se realizaron eventos protocolarios entre las autoridades educativas y de gobierno junto con las secciones sindicales locales (Jalisco realizó el Homenaje Emérito en el Teatro Degollado, ahora sin el pesaje del Canelo Álvarez y con la ausencia del gobernador Alfaro, aunque más tarde si estuvo en el desayuno ofrecido a los homenajeados).
En el homenaje Emérito y en el desayuno no faltaron los discursos de halago, las felicitaciones y la entrega de medallas y cheques a quienes cumplieron 30, 40 o más años en las escuelas, fuera de allí, todo fue igual, los estudiantes en casa y los maestros festejando o descansado en familia o con los seres queridos el día de asueto.
Sin embargo, el festejo del Día del Maestro se reduce a una sola cosa ¿de cuánto será el aumento salarial este año?, la pregunta se resolvió con una cifra que no alcanzó los dos dígitos: del 8.2%, por supuesto, sin dar a conocer cuánto va al salario y cuánto a prestaciones, lo cual sabremos en unos días cuando haya terminado la sensación de reconocimientos “de lengua” al magisterio por los políticos responsables de los festejos.
Lo cierto es que personajes llegan y personajes van y las condiciones magisteriales no cambian mucho, lo mismo sucedió con el PRI, con el PAN y ahora con Morena, el magisterio, está demostrado, no es prioridad nacional y mucho tema de interés para mejorar sus condiciones salariales y profesionales, en el caso de Jalisco no ha habido diferencias con relación a la federación, a pesar que se cansaron de decir que la educación, las escuelas, los maestros y los estudiantes eran su prioridad.
¿Será que debemos conformarnos con el anuncio-promesa del presidente Andrés Manuel López Obrador de que en 2024 los maestros, junto con los médicos, tendremos un aumento acorde a las necesidades y el cual vendrá a rescatar y recuperar el salario que por años ha ido a la baja?, sabemos de sobra el peso que tiene la palabra de un político en México, lo cual es poco creíble y más porque para entonces estaremos en año electoral y está de más decir que ese proceso se lleva todos los presupuestos a las urnas, a la publicidad, así como el gasto de tantos y tantos espectaculares de políticos ungidos e inmaculados por calles, edificios y carreteras con un costo aproximado de 50 mil mensuales aparte del IVA.
Pero en fin, este 15 de mayo no fue distinto a otros años y de seguir así, el salario mínimo pronto alcanzará al salario magisterial que se obtiene por una plaza de jornada de preescolar o primaria y para entonces ojalá se realice algo que dé cuenta de que el magisterio es una profesión verdadera y no un oficio como cualquier otro, pero al cual se le exige una licenciatura como mínimo para el ingreso al servicio y sus ingresos no son tan altos como se le ha hecho saber a la sociedad, lo cual ronda los 10 mil pesos sin impuestos mensuales por una plaza de jornada y, como dijera una maestra en una nota periodística de la semana pasada, –gano más de edecán en tres días que en toda la quincena como profesora–.

*Editor de la Revista Educ@rnos. jaimenavs@hotmail.com

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