De profesores vacunados y opiniones infantiles

 en Rubén Zatarain

Rubén Zatarain Mendoza*

La reincorporación próxima a la normalidad de las actividades escolares, parece cobrar más fuerza y claridad. Es una decisión política y luego de política educativa.
Para algunos hay luces esperanzadoras con el proceso gradual a partir del 17 de mayo. Para otros, no es conveniente la reanudación de actividades escolares pues la pandemia sigue viva.
Se han programado y agendado ya los centros y días de vacunación para los trabajadores de la educación en Jalisco. Las agujas y los biológicos en movimiento, hoy iniciaron con los apellidos de las primeras letras del alfabeto.
Hay desubicados, inconformes por el tipo de vacuna por aplicar, por las formas de distribución, por la concentración masiva en centros de aplicación, por el sol, por la fila, en el fondo por la pandemia.
Estamos ante una prueba más de la capacidad de coordinación entre autoridades estatales y la federación; en los aciertos habrá rostros visibles en Webinar, prensa, radio y TV, en los errores opacidad y silencio.
En otras entidades federativas el proceso de vacunación está muy avanzado. Todos los profesores vacunados es la meta; para al menos sumar esa variable a la toma de decisiones subsecuentes.
La estrategia federal y estatal en materia educativa es concurrente en el sentido de trabajar en las aulas a favor de la retención y tomar acciones para disminuir indicadores de calidad no favorables como la reprobación y deserción; es concurrente, en atenuar el costo socioemocional del aislamiento y reabrir las escuelas.
Es bueno que así sea.
Es necesario sumar voluntades y recursos humanos y materiales –aunque 160 millones por gastar en SEJ en gel e higienización parezcan poco– Educadores y padres de familia hacemos sinergia a favor de la reinstalación de la normalidad porque es una demanda social, porque es un imperativo de formación.
La educación es tan prioritaria como la salud.
En una coyuntura en la que los derechos de las niñas y los niños son parte de la agenda gubernamental en muchos países, la vacunación extensiva del magisterio es una forma de hacer causa común con la infancia y la adolescencia.
Urgente el profesor ideal en condiciones de garantía de salud y en disposición de retomar sus responsabilidades presencialmente.
Escuela y hogar juntos para reconstruir la fisura en materia educativa que la pandemia aún latente ha generado.
Juntos a favor de disminuir las brechas emocionales y de aprendizaje que el aislamiento ha producido.
Las complejidades.
El ejercicio de las funciones de la paternidad y la maternidad responsables se mueve progresivamente conforme la dinámica social transforma los requerimientos, conforme la propia condición de modernidad impone valores novedosos.
Se espera que la mejora de indicadores como el de la escolaridad promedio se traduzca en un mejor ejercicio de estas funciones.
La evidencia parece arrojar que los niveles masivos de escolarización en los que se ha ganado terreno no tiene mucha correlación con la calidad de ejercicio de las funciones maternales y paternales.
La infancia de hoy, con los desafíos mismos de la complejidad de las relaciones sociales y urbanas no ha ganado mejor trato en todos los entornos, ni en todos los hogares.
Hay hogares en condición de emergencia material y de equilibrio de la salud mental. Fenómenos como el de la violencia intrafamiliar tienden a incrementar.
La condición de desarrollo armónico e integral de la infancia sigue estando muy determinada por las relaciones humanas saludables dentro de casa.
Declarativamente la Nueva Escuela Mexicana asume el valor superior de la educación de calidad de los niñas y las niñas.
No es mucho lo que se ha podido hacer al respecto y la construcción de un proyecto nacional ha estado obstaculizada por la ausencia de miras en algunos gobernantes que han decidido hacer política de confrontación.
Sin estructuras operativas, equipos capacitados, han decidido reinventar la imprenta y generar miseria pedagógica con proyectos de digitalización y webinar de actualización improvisada e incomunicante.
Simuladores de mascarilla sin voz ni rostro emiten alaridos falsos sobre sus preocupaciones sobre calidad educativa y estabilidad de emociones de los otros.
La niñez y la infancia ha pagado los tanteos y los afanes protagónicos y legitimadores de una parte del sector educativo en manos de los inadecuados.
Los educadores “vacunados” tendremos que ser implacables en la evaluación institucional y en la capacidad operativa de los tomadores de decisiones que gastan el tiempo en encuestas diagnósticas de plataforma para dar argumentos de pose en las conferencias de prensa, mientras el proyecto educativo rueda inercialmente.
¿Qué día del niño vamos a celebrar en las escuelas, cuando corren los días cercanos a los 14 meses de ausentismo?
Por ahora un día del niño fuera de las escuelas como sucedió en 2020; por ahora un día del niño virtual donde el mensaje común ha de ser la reinstalación de los valores positivos de la ya próxima convivencia escolar, las tareas del aprendizaje sociorrelacional en grupo y en equipo que se dejaron de practicar.
Los educadores tendremos que ser portadores de un mensaje de resiliencia, empatía y proactividad, de un mensaje integrador de quienes presentan mayores dificultades cognitiva y emocionalmente.
El jardín de niños, la educación primaria, la educación básica en conjunto tendrán que afinar la estrategia de recuperación y retención de los niños más golpeados por la educación a distancia.
Celebrar el día del niño tal vez debiera empezar por considerar a los niños y a las niñas sujetos y no objetos de las políticas públicas.
De población pretexto, destino de gasto presupuestal a población activa del gasto del dinero público en asuntos necesarios.
Los pescadores de votos en estos días previos a la elección del 6 de junio ignoran en general el tema educativo y la destintada idea de mejorar la calidad educativa se pierde en acciones limitadas como repartir uniformes, zapatos y mochilas.
En una experiencia de investigación realizada en 2019 por la UNICEF denominada Barómetro de opinión de la Infancia y la Adolescencia, se ha encuestado a 8 mil 500 niños entre 11 y 18 años y entre otros temas rescatables “Los niños afirman que los políticos NO SON DE FIAR (lo cree más del 80 por ciento), no escuchan a la ciudadanía, ni se preocupan de los asuntos que les afectan y solo se interesan por el dinero (el 81.2% así lo manifiestan)”.
Cuando se les otorga voz, los niños, las niñas y los adolescentes tienen capacidad crítica y pueden ser jueces muy puntillosos sobre la calidad educativa o sobre las formas cómo jugamos los adultos a tomar decisiones políticas. Coral, joven española de 17 años en el evento de presentación de los resultados del Barómetro de opinión afirma: “Vemos que nuestros problemas siguen sin solucionarse, no nos gusta la educación que recibimos, los problemas que no se arreglan y parece que no les interesan a nadie; debería acercarse más la política a los jóvenes porque a nosotros nos parece algo aburrido y aunque no tenemos voto, podemos ofrecer una visión diferente, somos ciudadanos y somos el futuro”.
Los políticos no son de fiar es el sentir de los niños y las niñas, es el sentir de muchos ciudadanos en perspectiva de elegir, aunque los candidatos y sus recurrentes voces, como el avestruz ocultan la cabeza y se crean su propia realidad. Sus voces naufragan en pantanosos temas como la seguridad, el empleo y el incremento de policías y patrullas, en pantanosos temas como la salud y la educación pública.
“No nos gusta la educación que recibimos”, es la voz representativa de muchos que responde a la docena de diagnósticos dónde dan vuelta a la noria los (las) visibles en pantalla pero ausentes en niveles y regiones donde los días electorales crean un círculo vicioso de gestión educativa ausente.

*Doctor en educación. Profesor normalista de educación básica. zatarainr@hotmail.com

Comentarios
  • Lázaro Galarza Corrales

    La educación en el medio rural en el Estado de Guerrero registra un episodio trágico en el nivel básico, la propuesta de Aprende en Casa no funcionó por razones de infraestructura tecnológica, pobreza extrema, competencias técnicas de los docentes; aunado a las condiciones sanitarias. Muchos factores han incidido en la “catástrofe” educativa pero ni autoridades estatales o federales son capaces de diseñar una propuesta viable y pertinente. La NEM, que de nuevo se desconoce todo, se generó mal y sin duda, mal terminará.

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