Corrupción y deshonestidad en la educación

 en Graciela Soto

Graciela Soto Martínez*

Este ha sido el mal de los últimos gobiernos en México, es el cáncer que invadió a las instituciones, grupos y sistemas, nadie sabe cómo empezó, pero se ha constatado de los síntomas y características de esta enfermedad que ha aquejado a todos los ámbitos, me refiero a la corrupción. Existe ahora un gran debate y discurso, es política nacional y se está convirtiendo en un tema reiterativo de la actuación de los funcionarios y servidores públicos.
El sistema educativo no escapa a este señalamiento, una meta de la Nueva Escuela Mexicana (NEM) es la de formar ciudadanos honestos e incorruptibles, por ello el énfasis en las humanidades como prioridad, las materias de historia, geografía, filosofía, lenguas indígenas y civismo tendrán un lugar central, esto a futuro ya que los nuevos planes y programas están proceso de gestación.
Es clara la percepción que existe de la unión o fusión que han tenido los ámbitos político y educativo, que están estrechamente interrelacionados, es un prerrequisito la participación política para ejercer un cargo en educación, aparte de los currícula que pueden o no tener peso, éste es el otro factor preponderante que tiene valor, esto ha generado que las prácticas de corrupción de otros espacios también se propaguen hasta este sector.
¿Cómo se define a la corrupción?, la Secretaría de la Función Pública (2013) señala que es el abuso del poder para beneficio propio, la clasifican en gran escala, menor y política, según la cantidad de fondos perdidos y el sector donde se genere. La de gran escala son actos cometidos en los más altos niveles de gobierno con la distorsión de políticas o funciones centrales del Estado, son los líderes los que se benefician a expensas del bien común; los actos de corrupción menores consisten en abuso cotidiano de poder por funcionarios de bajo y mediano rango al interactuar con ciudadanos comunes cuando acceden a bienes y servicios (de hospitales, escuelas, departamentos de policía y otros organismos) y la política que se manifiesta en la manipulación de políticas, instituciones y normas de procedimientos en la asignación de recursos y financiamiento por parte de los responsables de las decisiones políticas esto con el fin de mantener status, poder y patrimonio. En https://www.gob.mx/sfp/documentos/definicion-de-corrupcion.
Para la UNESCO la corrupción en nuestro ámbito “se manifiesta en escuelas ficticias y diplomas falsos, manuales escolares faltantes, material escolar que desaparece, educadores ausentes o atribución incorrecta de las becas escolares” (https://es.unesco.org/news/etico-%E2%80%93-luchar-corrupci%C3%B3n-sector-educativo). Al ejercer postura crítica y analizar los distintos tipos de corrupción que nos han aquejado en lo local se observan las subculturas del silencio y la revancha. Silencio, ya que existe temor o miedo al involucrarse en denunciar, por la posible o segura revancha que puede ejercer quien tiene en ese momento el poder, que una vez exhibidos descargan acciones persecutorias contra quien los denunció.
Es fundamental reconocer el rostro y las formas con que opera la corrupción para poder contrarrestarla. Preguntas centrales para entender a este monstruo de mil cabezas que también habita en educación son las siguientes: ¿qué formas tiene la corrupción en el ámbito educativo?, ¿quiénes son los corruptos en educación?, ¿quiénes son cómplices?, ¿quiénes víctimas?, ¿qué consecuencias ha tenido la corrupción cuando se ha denunciado?, ¿cuándo se guarda silencio que efectos provoca?, estas premisas sólo por plantear algunas inquietudes, que a los que ya tenemos un recorrido largo en educación hemos visto acontecer situaciones complejas que pueden ser llamadas corrupción y que antes, aunque se hiciera alguna denuncia, no pasaba nada. Ahora ante una política más definida se esperan cambios en este sentido.
El desvío de recursos es una de las formas más comunes de la corrupción, presupuestos otorgados a un rubro específico y que son desviados a otro, de esto se han levantado voces y denuncias sin más información, sólo la presunción de qué dinero del gasto educativo se iba a campañas políticas o a financiar algún proyecto particular, esto por poner un ejemplo, lo cierto son las necesidades presentes en infraestructura, mantenimiento de las escuelas, equipamiento y pago de la nómina, dichos conceptos han sufrido por el ejercicio de los recursos, los cuáles son insuficientes, pudo existir prácticas de desvío o una inadecuada gestión.
Para profundizar en el rubro de infraestructura, las obras otorgadas a empresas constructoras han presentado prácticas con sobre costo, utilización de materiales de mala calidad, además de que los proveedores son afines al grupo político en turno, esto no es exclusivo de un partido, es más bien la tentación de quien ejerce el poder, compensar a los que son del equipo de apoyo.
En el rubro de equipamiento o programas específicos Jalisco tiene el caso de Robótica que aún está en investigación, al igual que la venta de plazas, casos muy claros de corrupción, se espera que procedan con ética y veracidad, pero también sabemos que no podemos confiar en el sistema de justicia dado que este aparato está en entredicho por actos y prácticas poco honestas.
Otra forma de corrupción es la opacidad que se puede notar en ausencia de información, por ejemplo, de las claves presupuestales vacantes, que no se cubren en su momento y que no se sabe que sucede con ese presupuesto que ya estaba destinado para ese rubro, poco se sabe además de los presupuestos de otras áreas o departamentos.
Se ha observado en el caso de personal directivo que solicita una cooperación mínima o básica para el mantenimiento de una parte de la escuela, en ocasiones se les exhorta para que no solicite cooperación económica e incluso puede ser sujeto a una auditoría por parte de la contraloría, sin embargo, a los que han manejado los presupuestos desde la Secretaria de Finanzas, a los que han contribuido a los desfalcos en Pensiones, o ayudado a sus compadres, incluso se habla de pérdida de expedientes una vez iniciadas las investigaciones, todavía conservan poder para evadir la ley, ésta se aplica con más fuerza para los más vulnerables.
Una propuesta que indica Sacristán J. G. (2001) (para la formación de ciudadanos honestos desde la educación) es estimular las condiciones personales necesarias para el desarrollo de la racionalidad, la autonomía del pensamiento y de las virtudes cívicas, el pensamiento crítico, la sensibilidad hacia los que son diferentes a él, la cooperación, la capacidad de diálogo para resolver conflictos, la comprensión de las interdependencias en un mundo globalizado, la preocupación por los derechos humanos (citado por Castillo García en Rev.latinoam.cienc.soc.niñez.juv.vol.1no.2ManizalesJuly/Dec.2003).
Es buen cimiento poner en el centro a las humanidades en especial a la ética, la historia y el civismo, además de ello hay que empezar limpiando la casa y sancionar las prácticas corruptas, se contribuye con el trabajo educativo en el aula, la enseñanza y práctica de los valores pero no esperemos que hagan por si solas la tarea, esto se hará realidad en el largo plazo, en el corto se requiere acciones contundentes que evidencien el desarraigo de estas prácticas.

*Doctora en Educación. Jefa de Sector de Educación Preescolar en la SEJ. grace-soto@supervisores.sej.gob.mx

Comentarios
  • Irma

    Geniales puntos de análisis. Gracias Dra. Grace.

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