Corrupción para principiantes en Educación Jalisco

Jaime Navarro Saras*

Con tanto protagonismo mediático acerca de las herencias que dejó para Jalisco el gobierno que se fue, es hasta ocioso hablar del tema de la corrupción durante el gobierno de Aristóteles Sandoval, su gestión fue ampliamente criticada y señalada entre pasillos y, en especial, a través de antiguos colaboradores y de quienes se fueron bajando o los bajaron del barco antes que culminara el sexenio, principalmente en relación a la malversación de los recursos y los informes opacos del SIAPA, IPEJAL y (de manera reiterativa) en la Secretaría de Educación, que es el área donde se han centrado todas las canicas publicitarias del gobierno de Alfaro, quien, por otra parte, se anda mordiendo la lengua al asistir a un partido de los Lakers de Los Ángeles cuya entrada tiene un costo alrededor de los 3 mil dólares (y no 382 como lo ha afirmado), supuestamente pagado de su bolsa y de la cartera de un amigo-empresario tequilero.
Es sano que el pueblo de Jalisco se entere del mal manejo de los recursos, cuando se supone que son para el bien común y no como agencia de colocaciones, de negocios particulares, del pago de voluntades, lealtades y favoritismos hacia los amigos, los compadres, la familia y los políticos afines al partido en el poder (incluso hasta para los enemigos por aquello de “uno nunca sabe”).
Mientras no aparezcan las denuncias y ya con “los pelos en las manos”, así como los nombres y responsables de las tropelías, sólo quedará en lo mediático que tanto les gusta a los políticos para ir “preparando la camita” una vez que ellos dejen el poder.
Sin embargo, y a falta de imaginación de los acusadores para buscar los hilos negros y la oscuridad en la SEJ, ya que hasta ahora sólo se ha hablado de la venta de plazas, de las obras de construcción de las escuelas sin terminar, no entregadas y hechas a sobreprecio con recursos provenientes del programa “Escuelas al Cien”, pero, ¡claro que hay algo más que eso!
En este sentido, y de seguro se encontrarán grandes sorpresas, es lo relacionado con la entrega de plazas, se dijo incontables veces por muchas personas, uno de ellos, Miguel Ángel Martínez Espinosa, exsecretario de educación, en plena campaña por la gubernatura, que no coincidían los números entre plazas vacantes por jubilación, renuncia o despido y las que se entregaban cada ciclo escolar a profesores de nuevo ingreso.
De igual manera, y quizás algo bastante desmotivador para los profesores que jugaron con las reglas de la reforma educativa de Peña-Chuayffet-Nuño-Granados-Ayón, fue el manejo de la prelación, pero, ¿cómo demostrar eso?, es muy fácil, basta hacer un listado de profesores de nuevo ingreso y otro de aquellos que se promovieron para ocupar puestos directivos y de supervisión, posteriormente verificar el lugar ocupado por éstos en los listados y, ¡oh sorpresa!, habrá personajes que estarán en el lugar 100, 200, 300, etcétera, y que en la actualidad y de manera misteriosa ocupan alguna plaza o puesto directivo, otros (en cambio) que obtuvieron mejor lugar simple y sencillamente fueron olímpicamente ignorados y violados en su derecho.
¿Qué sigue?, pues a hacer justicia e indagar cómo y por qué lograron su cometido los que ahora gozan de las plazas y puestos obtenidos. No menos importante el tema de aquellos directivos, supervisores y ATPs que obtuvieron el puesto sin estar en condiciones de legalidad porque no se encontraban al frente de un grupo o como responsables de puestos directivos en las escuelas, sino comisionados o prestados en las oficinas de la SEJ y en las Secciones 16 y 47 del SNTE.
En fin, ideas no faltan, pero lo importante es que realmente hagan algo y no se quede como una simple acción sensacionalista para mover el avispero y hacerse presentes en los medios, al tiempo…

*Editor de la Revista Educ@rnos. jaimenavs@hotmail.com