Consideraciones sobre la práctica docente reflexiva

 en Rubén Zatarain


Rubén Zatarain Mendoza*

Desde la década de los setenta, el tema de la mejora de la práctica docente como componente de las reformas curriculares ha sido objeto de análisis y de estudio en los ámbitos académicos e institucionales del proceso de formación inicial y de profesionalización de la docencia en los niveles universitario y de educación básica.

De esa manera, se fue configurando un corpus teórico metodológico que ilustraban la emergencia y trascendencia del campo: autores como Stenhouse, Kemmis, Elliot entre otros y propuestas metodológicas como la investigación-acción, la investigación participativa, la investigación fenomenológica y los estudios etnográficos, entre otras propuestas metodológicas, instituciones como la Universidad Pedagógica Nacional, el Departamento de Investigaciones Educativas del Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional o en el ámbito estatal propuestas como las del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente, entre otras.

Desde entonces han proliferado eventos académicos y una considerable producción cuantitativa de algunos textos en revistas, libros y antologías, los más de ellos en el ámbito del dominio de la doxa.

Precisemos que por el momento no es la intención hacer una evaluación de la calidad de estas producciones y precisemos que desde la dimensión conceptual me adscribo a la noción de práctica reflexiva como aquella en la que las posibilidades de transformación y cualificación dependen de un sujeto crítico que hace del oficio de educar un objeto de praxis en sí, pero también un objeto sobre el que se puede construir cada vez más episteme, más logos.

Entonces, hacer práctica docente tiene que ver como una manera de hacer ciencia, de construir conocimiento.

Hacer práctica reflexiva sería una manera de usar el método científico para hacer una dialéctica del desarrollo profesional del profesor, para contribuir a un campo en permanente renovación y demanda.

Asumamos también que el discurso reformista de mejora de la práctica docente está abortado si no parte de una disposición dialógica con los actores del hecho educativo y en una confianza irrestricta sobre las potencialidades del magisterio como colectivo para hacerse cargo de un proyecto de construcción personal que concrete el objeto de deseo de la profesionalidad ampliada.

Por eso, en esta oportunidad de transición democrática y de la necesidad por construir una propuesta horizontal que dé voz a los educadores, asumimos este reto de desarrollo profesional dentro y fuera de las aulas para la mejora de las prácticas docentes, no sin antes acotar algunos elementos de dirección:

1.- Identificamos al niño y joven educando como un sujeto al que formamos en una perspectiva de desarrollo armónico pestalozziano e integral desde una visión holística y molar.

Como un sujeto-educando en cuya dimensión de integralidad concurren: conocimientos, valores, actitudes, competencias, habilidades, todos EDUCABLES, todos objeto de APRENDIZAJE.

Comprendemos que las propuestas curriculares 2011 y 2017 para la educación secundaria concurren en nuestras aulas y que los aprendizajes esperados y aprendizajes clave direccionan, dan sentido a la planeación didáctica y evaluación formativa.

Vivenciamos un liderazgo académico dialógico y focalizado a la gestión pedagógica para que las aulas, las escuelas y sus anexos sean auténticos ambientes de aprendizaje de trabajo colaborativo y de atención de aquellos alumnos con mayores dificultades para superar los contenidos de cada objeto, de cada disciplina.

2. Allende figuras fantasmagóricas como la Asociación Estatal de Padres de Familia de cuño conservador y oportunista, se requiere materializar la alianza con las madres y padres de familia con quienes los educadores compartimos la responsabilidad de educar.

3.- Más allá la visión de normalidad mínima que planteaba Pablo Latapí Sarre en los noventa y que fue yunque repetitivo de una gestión educativa apresurada y de violencia simbólica inédita a los docentes que ha de hacer uso eficaz del tiempo clase y ser conscientes que la puntualidad y la asistencia son componentes de un trabajo formativo. Dar puntualidad y asistir para exigir y formar puntualidad y asistencia a los educandos.

4.- En el encuentro entre docentes, entre quienes se comparte un proyecto institucional común y se comparte el apasionante reto de oficio de educar, ser capaces de practicar:

  • La escucha activa.
  • La actitud asertiva y proactiva.
  • La humildad socrática.
  • El diálogo fundante.
  • La propuesta.
  • La relación humana solidaria y positiva.

5. El oficio de enseñar ha de tener también como coordenada evaluar desde una perspectiva formativa y ser aliados del alumno en sus cien lenguajes, en sus cien esfuerzos y dificultades para aprender.

6.- Materializar una práctica docente alineada a los principios pedagógicos en donde de manera explícita refieren que el centro es el alumno, que el centro es que él aprenda y todos, docentes y directivos han de hacer posible que el aula sea un espacio donde, a manera de taller y de laboratorio se construyan estrategias para que de manera dinámica, feliz y corresponsable, el alumno exprese su interés y el docente medie, acompañe, construye andamiajes y promueve un desarrollo intelectual, emocional y físico saludable.

7.-Transitar hacia una pedagogía socioconstructivista del lenguaje, de los números, de la ciencia, del arte, de la corporeidad, de la tecnología y habilidades digitales, de la ciencia social, de las emociones, de las habilidades sociales y, en consecuencia, incluir como mediación el juego y la manipulación instrumental de objetos e instrumentos como medios con poder para el aprendizaje.

 8.-Aportar saber y experiencia para mejorar el clima social, la convivencia sana y pacífica para trabajar de manera sistemática en la construcción de entornos escolares libres de violencia.

9.Hacer realidad el aprendizaje entre pares, aprender de las buenas cosas que aportan las escuelas y las experiencias exitosas, como lo plantea la Pedagogía Freireana en materia de práctica docente no lo sabemos todo, no lo ignoramos todo.

10.- Discutir demasiado sobre práctica docente acerca de modelos subyacentes al aprendizaje vicario es inútil si no se trabaja comprensivamente sobre nivelación de rezagos cognitivos, si no se llenan las mochilas de cada educando con instrumentos funcionales fundamentales, si no se pugna en conjunto por materializar las escuelas como comunidades de APRENDIZAJE.

11.- Es bueno que la formación inicial y continua de docentes se convierta en intención política y en plan pero también es bueno que se evalúen las instituciones y los formadores de profesores.

12.- Hoy, es un momento invitador para construir propuestas alternativas para mejorar e implementar. Sospechemos de la legitimidad de la doble red de escolarización como planteaban Baudelot y Establet, sospechemos del canto de sirenas de fenicios y mercaderes de la educación pública, asumamos con claridad que educar a las mayorías es favorecer a los excluidos de más de tres décadas de errático proyecto educativo neoliberal que ha acentuado las formas de exclusión social.

No más retórica, que a manera de canto de sirenas pervertido, nos hace conflictuar y detener el movimiento dialéctico en lo intrascendente.

Trabajemos en prospectiva para que las aulas de la escuela preescolar, primaria, secundaria, media superior, universitaria, sean espacios de construcción de aprendizaje, de construcción de los modernos ciudadanos que requiere el desarrollo nacional. Como Sísifo, no quedemos atrapados en el inframundo de las ideas pseudopedagógicas;  escapemos de Hades, demos impulso vital a la docencia.

Como sujetos activos del oficio de educar, los profesores hagamos uso de la inteligencia y de la astucia como Sísifo; sabedores de que subir la roca con fuerza, paciencia y constancia no es una tarea fácil pero es un destino profesional que hemos elegido.

*Doctor en educación. Supervisor de Educación Secundaria del sistema federalizado. ruben-zatarain@supervisores.sej.gob.mx

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