Consideraciones para construir una institución inteligente

 en Rubén Zatarain

Rubén Zatarain Mendoza*

David Perkins plantea en uno de sus mejores libros titulado la ESCUELA INTELIGENTE, su tesis de que las escuelas que aprenden son aquellas que superan el adiestramiento de la memoria y atienden la educación de la mente, son aquellas que usan lo que saben y a quienes saben, son aquellas que posicionan el aprendizaje reflexivo, establecen metas y usan todos los medios para alcanzarlos; son aquellas que cumplen de mejor manera sus objetivos sociales.
La Secretaría de Educación es una red, un sistema, un conjunto de escuelas. Antes que nada y para comprenderla, hay que ir a la escuela como unidad administrativa primaria, como espacio de relaciones. De esta manera, la SEJ como cada una de sus escuelas, vista desde la perspectiva de la gestión y de la misión que le da nacimiento, debería aprender y sintetizar dialécticamente los saberes que le provee el pasado. Transitar de una institución de nudos políticos chicos, grandes y ciegos a una institución desanudada cuyos vasos comunicantes no padezcan trombosis ni esclerosis múltiple.
Construir una SEJ funcional e inteligente es el imaginario sobre el que tendríamos que estar trabajando ya en varios niveles de la organización.
Como institución inteligente por construir habría que plantear preguntas como las siguientes: ¿dónde estamos y qué tipo de objetivos y metas hemos dejado de cumplir?, ¿dónde deberíamos estar y que tenemos que corregir para llegar?, ¿qué debería cambiar?, ¿qué tipo de cambio es posible?, ¿qué calidad técnica y moral de recurso humano es idónea para tal propósito?, ¿qué tipo de decisiones han de ser participativas?, ¿sobre qué áreas hay necesidad de contraloría interna y social?, ¿qué tipo de procesos son ineficientes?, ¿qué calidad de insumos se están proveyendo?, ¿qué resultados estamos obteniendo en los plazos señalados?
Para construir un proyecto educativo alineado con una institución capaz de aprender y refundar el compromiso educativo con la sociedad jalisciense será necesario considerar al menos los siguientes diez puntos:

1. Sistema. Desde la visión sistémica las partes integrantes de un todo funcionan y hacen sinergia con la solución de problemas y la atención oportuna de las demandas de la sociedad.
La Secretaría de Educación Jalisco integra un sistema entre cuyas partes impera la desarticulación, administrativamente se cumple parcialmente, hay partes del todo impuntuales, obesas, que sobreviven en el océano de una burocracia de un ente amorfo e ineficiente constituido asincrónicamente. Es necesario hacer reingeniería administrativa real, reintegrar equipos y eliminar áreas y direcciones inoperantes.
2. Dirección. Planteaba Napoleón Bonaparte que si sabemos a dónde vamos todos los vientos son favorables. Se requiere claridad en la consecución de objetivos y metas. Se impone delegar el poder a la estructura organizativa para que en la parcela donde han de ejercer su función lo hagan con eficacia y eficiencia, desestructurar la tentación de verticalidad y darle operatividad al organigrama. En los seis años anteriores, fue nefasto centrar en una sola persona las decisiones que tienen que ver con el ejercicio de recursos y la asignación de plazas laborales.
Centralizar plazas y dineros fue objeto de deseo y práctica de aquella administración insaciable de seis años tricolores, que ahora callan y son felices pero todavía tienen mucho que clarificar en las aguas turbias del pasado donde Educación Jalisco retrocedió.
Sigamos esperando más transparencia al respecto; volvamos al punto, los mandos medios tienen que articularse en una estrategia de mando con claridad de objetivos y precisión de evaluables. Debe fluir la comunicación vertical y horizontal y medir la ejecución de tareas en plazos definidos.
3. Articulación. Un sistema complejo como es el sistema educativo en Jalisco debe operar con objetivos comunes y de manera articulada. Las áreas de la era de la centralización, de la era de la descentralización y del federalismo educativo han de revisarse. Respetando la historicidad de los niveles debe buscarse el reordenamiento de las ínsulas administrativas, de las reminiscencias de personas y equipos de anteriores proyectos estrella sexenales.
Articulación de abajo hacia arriba, de manera horizontal y de arriba hacia abajo.
4. Indicadores de calidad. Todo plan y programa del sector ha de tener una política pública clara sobre los objetivos y metas en materia de calidad.
Noción clara del desarrollo del que educar forma parte. El presupuesto debe ejercerse con transparencia real, Transfiriendo saberes como lo planteaban propuestas taxonómicas como las de Benjamín Bloom, hay que identificar aquellos objetivos generales del sistema y aquellos particulares y específicos de cada área, dirección o subsecretaría.
5. Reordenación administrativa. Hay quienes hablan de reingeniería administrativa pero el problema es la reordenación de la burocracia, es el reforzamiento de las figuras donde se delega la autoridad y la capacidad de resolver problemas. Es increíble la manera como asuntos simples de procedimiento se convierten en verdaderos nudos gordianos por ausencia de unidad de mando, por ausencia de comprensión de manuales de funciones simples, o por simples y llanos compromisos.
A guisa de ejemplo hay que entrarle a temas como los comisionados que dejan cada estela transexenal de equipos y personas, que llegaron para quedarse y medrar en las líneas fronterizas de cada oficina y escritorio sin las competencias necesarias.
6. Planeación participativa y circular. Implica entre otras cuestiones construir una institución de sistema abierto y flexible; integrar voces, experiencias, capitalizar y planear con memoria histórica, generar un plan y programa de desarrollo que atienda oportunamente asuntos relativos a cobertura y calidad, construcción de aulas y escuelas, programación y presupuesto de recursos humanos, dotación de libros y materiales educativos, certificación y acreditación, control escolar y evaluación de programas, proyectos e instituciones con bases de datos e indicadores funcionales.
7. Regionalización. La región como unidad geográfica humana y cultural permite identificar y atender necesidades específicas locales. En materia educativa en Jalisco, la experiencia federal de regionalización de principios de los noventas, que pasó de unidades a delegaciones y subdelegaciones en dos décadas ha permitido acercar algunos servicios administrativos como los pagos y la distribución de libros de texto, pero ha complicado procesos de dotación de recursos de manera expedita.
Las delegaciones regionales requieren transitar de una visión administrativista, secundaria y subsidiaria hacia procesos de desarrollo académico y generación de áreas de desarrollo institucional a favor de la calidad. Requieren entre otras cuestiones de equipamientos, conectividad y de integración y selección cuidada de sus equipos laborales.
8. Comunicación social. El manejo de la agenda con los medios de comunicación es importante. No debe rendirse pleitesía ciega a la figura de quien representa el poder y la toma de decisiones, se debe suprimir el chayote con el que se pervierte el derecho a la información. El sector educativo vive el flagelo de la pseudo información y del uso tendencioso de muchos de los temas lo que a la postre desacredita y destruye mucho del trabajo educativo que se genera.
En otro plano, la agenda cultural de la SEJ es limitada. Temas como la televisión educativa y la radio educativa requieren retomarse y fortalecer la educación extraescolar, fortalecer la difusión cultural y darle voz a niños, jóvenes, docentes y padres de familia.
9. Evaluación institucional permanente. La experiencia reciente de evaluación de maestros dejó al margen la evaluación de la burocracia que opera en distintas áreas y direcciones de la SEJ. No se aplicaron ni los criterios mínimos de evaluación relacionados con la eficacia y la eficiencia, relacionados con la capacidad de los equipos para resolver y rendir cuentas. Aunque suene a surrealismo kafkiano los criterios políticos deben dejar de ser los importantes en la integración de los equipos laborales. En una perspectiva de evaluación institucional todo es evaluable hasta la licitación de papel bond chino, los lápices y las plumas de pésima calidad con que se dota a las oficinas.
10. Integración de equipos laborales con gente competente y liderazgo. Hacer militancia política en un partido no garantiza posesión de rasgos de liderazgo y comprensión amplia de la problemática educativa. Todo parece indicar que si no se cuida la integración del equipo el pronóstico de los resultados no será bueno.

El sistema merece que la administración actual genere su propio perfil y corrija.
No más otros seis años de pasividad y de administración amateur; asusta pensar que pueden producirse otros seis años perdidos en materia de educación, más engaño y simulación o tiempo de franca involución en la espiral de desarrollo institucional.
No es deseable que se desvanezca en tinta corriente y se registre en el cementerio de los gobiernos fallidos lo que ilusionó como cambio a una sociedad jalisciense que aún se muestra del lado de su gobierno estatal.

*Doctor en educación. Supervisor de Educación Secundaria del sistema federalizado. ruben-zatarain@supervisores.sej.gob.mx

Comentarios
  • Marco Romo

    Pues ya conocemos nombres que ocupan nuevos cargos en la SEJ, los que conocemos el funcionamiento y ciertos personajes de la institución y del SNTE, vemos que la mayoría de esos nuevos funcionarios NO SON LOS MEJORES que puedan ayudar a REFUNDAR; parece un club más de amigos y de favores de campaña viviendo del presupuesto…

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