Círculo vicioso y círculo virtuoso

 en Verónica Vázquez

Verónica Vázquez Escalante*

En la carrera de la vida hay elementos que favorecen la ruta a seguir para el desarrollo de actividades. Una vez que se tiene la pericia para el beneficio de lo que se espera lograr, generamos una fórmula y si los resultados son positivos porque arrojan lo que se desea; tal método invita a seguir aplicando la misma ruta una y otra vez.
El sentido común nos dice que si funcionó la técnica, entonces se puede aplicar constantemente, sin embargo, caminar el mismo sendero acérrimamente, nos llevará al momento en que se convierta en rutina y por lo tanto llega a cansar, a agotar, a no querer vivir la misma escena de modo repetitivo e infinidad de veces la gente se dice: -¿y qué hago?- así es esto de la vida- Eso es ejemplo de caer en un círculo vicioso.
Al caer en tal idea, la persona se autocensura, es decir, se limita a crear su día, las actividades a realizar, a reconstruirse y más. La mente, por naturaleza, tiende a caer en lo cómodo, en reiterar lo conocido y esto, se vuelve en algo dañino, el hecho de no producir cambios a la larga, genera sufrimientos. Cuando una persona no sabe que está dentro de un círculo vicioso, tendrá en su vida ausencia de alternativas y fácilmente llegará a un callejón sin salida.
Romper las creencias de que lo hecho es lo ideal, es tarea difícil; lo fácil es derrotar la autoestima, dejarla muy baja, perder la seguridad y, lo peor puede ser, no darse cuenta y quedar aburrido en un espacio hasta inmovilizarse.
El círculo vicioso se rompe con el virtuoso, es justamente el momento de innovar, de hacer lo que se tiene que hacer pero de una manera diferente. Tal vez suena paradójico pero así es. Si se va a trabajar, porque es obligado salir diario a trabajar, pues se pueden tomar rutas distintas. Se puede salir más temprano para recorrer otras calles. Si el trabajo es frente a grupo (docente) puedes nombrar lista de la “Z” a la “A”…en fin, las alternativas existen pero se tienen que combinar con creatividad y definitivamente es querer romper la jornada diaria y/o laboral, de manera positiva.
Los círculos virtuosos se crean, no es cosa de magia o de tener una receta, resulta que cada quien construye su realidad, la evalúa y finalmente la vive con la expectativa de evitar hacer lo virtuoso, vicioso.
La naturaleza es sumamente sabia y nos enseña cada día un distinto amanecer y un distinto atardecer, tal vez sea cuestión de que volteemos a nuestro rededor a observar con una alta dosis de serenidad… ¡inténtalo!

*Doctora en Ciencias de la Educación. Profesora de la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad 145 Zapopan. veve30@hotmail.com

  • Promover el artículo por su valor clarificatorio y de apropiación a la prospectiva desinistitucional de niveles educativos.

    • Verónica Vázquez Escalante

      Saludos Doctor. Un fuerte abraz o y que esté bien. Sus comentarios siempre son enriquecedores.

  • Mta. Julieta Pérez Fernandez

    Salir del círculo vicioso, involucra: dejar temores, costumbres e ignorancia.
    Primeramente QUERER – DESEAR – BUSCAR el cambio.
    Pero antes: ESTAR HARTO Y CANSADO DE EL CAMINO “INFRUCTUOSO”.
    Bien Doctora! Adelante!

Escriba su búsqueda y presione ENTER para buscar