Cerati 60

 en Jorge Valencia Munguía

Jorge Valencia*

En quince años de producción musical, Soda Estéreo se convirtió en la banda de rock más significativa en lengua hispánica.
No basta una melodía pegajosa ni una letra hermética, poblada de imágenes y de requintos. Los Teen Tops y los grupos mexicanos de los años 60 pasaron a la historia como un buen inicio del género musical, pero sin la habilidad para adquirir voz propia: sus éxitos fueron fusiles de las bandas anglosajonas. “Johnny B. Good” se convirtió en “Ven, Johnny, ven”.
La música es cultura. Como tal, responde a los intereses e identidad de una sociedad específica. Aunque pertenezcamos a una misma época, la globalización no ha sido capaz de responder a las necesidades de los grupos humanos alejados por la geografía, la cosmovisión, la realidad socioeconómica. El lenguaje traducido puede adaptar una mística sólo si el traductor consigue asir el genio del idioma (Álex Grijelmo dixit). Y aún así, hay cosas intraducibles: en “Tutti Frutti”, de Little Richard, una estrofa dice:

A bop bop
a loom op
a lop bop boom

Etimológicamente, no significa nada. La expresión es parte del sentido de la canción y del frenesí que ese preciso momento demanda. Hasta las interjecciones son culturales, pertenecen a la fonética y temperamento de quien las pronuncia. Los mexicanos no nos expresamos así. Los hispanohablantes, tampoco.
Aunque el rock demostró su universalidad (Metallica no precisa la anglofonía), cada banda, si tiene talento, está comprometida con un discurso, con un territorio, con un público al que comunica un mensaje (a través del inglés, porque es un lenguaje, Metallica es capaz de difundir cabalmente el sentido de su emisión). Aún en el propio idioma, The Beatles no es lo mismo que U2.
Soda Estéreo encontró su voz, la esencia de lo hispánico, a través de las canciones que difundió. No se parece a nadie (ni a The Cure ni a Charly García), como demuestra la evolución de su producción, hasta terminar con música de sintetizadores al final de los años 90.
El rock es un género que requiere músicos virtuosos y letristas aptos. Como líder de Soda Estéreo, Cerati lo fue:

Ella durmió al calor de las masas
Y yo desperté queriendo soñarla
Algún tiempo atrás pensé en escribirle
Y nunca sortié las trampas del amor
De aquel amor de música ligera
Nada nos libra, nada más queda
No le enviaré cenizas de rosas
Ni pienso evitar un roce secreto

Musicalmente, el rock obliga guitarras eléctricas, batería, bajo, sintetizador más los instrumentos y arreglos que cada banda aporta para sonar distinto, para aferrarse a una cultura y a un discurso (la quena remite a Latinoamérica; la gaita, a la Gran Bretaña). Literariamente, sólo hay rock con poesía (lenguaje figurado).
El 11 de agosto, Gustavo Cerati cumpliría 60 años.

*Director académico del Colegio SuBiré. jvalenci@subire.mx

Comentarios
  • Aída Sánchez

    Buena música, escucharla entra al corazón y se siente. Interpretación única para recordar de que sucedio, pasa y otros lo vivirán.

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