“Borranchinas” educativas actuales

 en Jaime Navarro Saras

Jaime Navarro Saras*

No hay mejor término para definir la realidad educativa actual que la palabra “borranchina”, entendida ésta como el juego preferentemente infantil de dar múltiples vueltas hasta perder el equilibrio y donde la visión genera imágenes distorsionadas.
Tanto el modelo de la Nueva Escuela Mexicana desde la SEP como la propuesta Recrea de la SEJ han lanzado mensajes con conceptos aparentemente “nuevos”, “originales” e innovadores, pero, son elementos que se han venido trabajando en otros contextos geográficos y algunas propuestas aisladas en México, principalmente en los ámbitos particulares, términos como educación humanista, integral, para la vida, para la paz, activación física, deporte, arte, música, lenguas indígenas, civismo, inclusión, perspectiva de género, visión regionalizada, valorar el trabajo docente, acompañamiento docente, etcétera en la Nueva Escuela Mexicana y, para la propuesta educativa de Jalisco, escuela para la vida, nutrición, civismo, activación y cultura física, comunidades de aprendizaje para la vida, dignificar a los profesionales de la educación, etcétera.
Ambas propuestas no han logrado impactar en el imaginario magisterial, de hecho, ni siquiera han generado tendencia alguna, este fenómeno es debido a que las y los maestros no se sienten comprometidos con estas nuevas ideas, principalmente por lo sucedido en el sexenio de Enrique Peña Nieto y, sobre todo, porque el magisterio está vacunado contra cualquier tipo de propuesta que venga desde arriba, lo cual ha sido así desde siempre. Es cierto que se habla de que hubo varias consultas para construir las propuestas educativas actuales y de las cuales los maestros no se dieron cuenta o, si les llegó la información, ésta pasó desapercibida porque le dieron poca importancia; también es cierto que los canales de comunicación no son los mejores ni los más eficientes, debido a la información limitada presentada hasta ahora y porque el gasto en publicidad se redujo al mínimo en relación al anterior sexenio.
De lo poco que sabemos de la estrategia, es que volverán a utilizar el viejo modelo de actualización en “cascada”, del cual ya se ha escrito demasiado y se sabe de su inoperancia ya que éste sólo tiende a catequizar y sólo sirve como reproductor de ideas, pero, de ninguna manera, genera competencias basadas en el desarrollo del sentido crítico, la creatividad y la autonomía, entre otras cosas.
La máxima tarea de los gobiernos federal y estatal será la de convencer a los maestros en esta nueva propuesta educativa y que, de este convencimiento surja el compromiso real de los maestros para lo que venga, es obvio, que mientras ello no suceda ninguna reforma educativa por más inteligente e inclusiva que sea no podrá lograr implementase en escuela alguna.
Tema aparte y sólo para dar una muestra de lo que ha sido la gestión de la actual secretaría de educación en Jalisco, a más de siete meses de estar al frente de la responsabilidad, no han tenido tiempo o, quizás, capacidad para diseñar una simple credencial que permita entregarle a cada trabajador de la educación la suya y así pueda identificarse como tal y recibir beneficios como entradas gratuitas a los museos, descuentos en eventos culturales, en el sistema de transporte público (Tren ligero, Macrobús, etcétera) y, durante este periodo vacacional, el 25% de descuento en autobuses foráneos, así de simple, y como dijera un viejo amigo exfuncionario de la SEJ: “alguien que quiera emprender una gran idea, lo primero que deberá hacer es empezar con lo básico”.

*Editor de la Revista Educ@rnos. jaimenavs@hotmail.com

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