Aurelio Nuño Mayer S.A. de C.V. & Company

 en Jaime Navarro Saras

Jaime Navarro Saras*

Los personajes emanados del neoliberalismo como Aurelio Nuño, ávidos de un protagonismo personalista por encima de una función de gobierno, siempre caen en el error de justificar cada peso en el beneficio de la gente, por los dichos totalmente cierto, por los hechos nada más falso.
Los 27 meses y días al frente de la SEP lo hicieron líder en el gasto publicitario en toda la historia de un secretario al frente de la educación pública, esa campaña se justificó en una reforma educativa sin pies ni cabeza, los miles de millones de pesos sirvieron únicamente para posesionar una marca en el espectro de la política que no le alcanzó para encumbrarlo como candidato a la presidencia de la república, solo como coordinador de campaña.
No hubo un solo día que no apareciera en los medios y la prensa escrita para dar cualquier tipo de mensajes, hasta se dio el tiempo para sacar raja de un error intencionado con el efecto LER, lo importante era estar en los medios a costa de lo que fuera menos de su dinero, sino del que los niños y jóvenes requieren para tener oportunidades y el acceso a una mejor educación.
Como prueba de ese proyecto de posesión de imagen, le he preguntado a muchos conocidos que se mueven en el contexto de la educación el nombre del actual secretario de educación y una pequeñísima minoría saben su nombre, amén de las acciones y obras curriculares que lo llevaron a sustituir a Nuño.
En esta derrama de dinero también tuvo su parte el SNTE (1730 millones en tres años y 650 millones solo para difundir la reforma educativa), estos dirigentes sirvieron de patiños (principalmente Juan Díaz de la Torre) en esta tragicomedia que logró su cometido a medias y salvar el pellejo de este presidente del SNTE en agonía del campo político.
Seguramente la imagen y acciones de Aurelio Nuño serán recordadas como las que mayor daño le hicieron al magisterio, lo que no podemos olvidar y menos permitir que venga otro secretario a dirigir la educación y que gaste más en maquillaje para la política que en becas, butacas, libros, aulas dignas y escuelas.
A nivel Jalisco no cantamos mal las rancheras, de igual manera he preguntado por el nombre del actual secretario y muchos no se han dado cuenta que Paco Ayón ya no está, así de fuerte fue la imagen que posesionó entre el magisterio y así de discreta ha sido la aparición del actual secretario.
Este efecto, el de la falta de protagonismos y la aparición reiterada en los medios tanto de Otto Granados Roldán en la SEP como de Alfonso Gómez Godínez en la SEJ, tiene más elementos positivos que negativos, ya que los obliga a hacer una gestión a ras de suelo o, como dijeran en el rancho, labrando y sembrando la tierra sin yuntas de bueyes o maquinarias de tracción mecánica.
Lo cierto es que tendrán que hacer el esfuerzo para que, en el poco tiempo que fungirán como responsables de la educación, hagan mucho más de lo que hicieron sus predecesores más allá de pagar la difusión de su imagen a golpe de chequera, al tiempo.

*Editor de la Revista Educ@rnos. jaimenavs@hotmail.com

Escriba su búsqueda y presione ENTER para buscar