Atender emociones

 en Rubén Zatarain

Rubén Zatarain Mendoza*

Los días preparatorios al nuevo ciclo escolar son intensivos en materia administrativa y en materia de formación y actualización de directivos y docentes. Este lunes ha arrancado con una conferencia mañanera del presidente de la república y el Secretario de Educación; en Jalisco, ante la prensa, han tomado la voz el gobernador y el propio secretario de educación de la entidad un día después.
Sus voces y mensajes son necesarios y destaca de ellos la voluntad de superar la crisis sanitaria y la disposición de que el problema de la pandemia impacte lo menos posible la dinámica escolar.
La pandemia y el confinamiento han puesto en riesgo la salud emocional de los niños, niñas y adolescentes. El abandono de la escuela y la depresión pueden ser consecuencias para una franja de educandos.
Gobierno y sociedad tienen un gran reto para dar certidumbre y esperanza clara a las nuevas generaciones, para tranquilizar a los inquietos padres de familia.
De la información valiosa para dar certezas al servicio educativo y a las familias que confían sus hijos a la institución escolar se encuentra la fecha de inicio de actividades de educación a distancia el día 24 de agosto, el discurso integrador y de valoración del magisterio, su participación en esta pandemia y la necesidad de incorporación de contenidos relacionados a la vida saludable, la formación cívica y socioemocional, –esta última, otro de los vestigios de la reforma educativa peñista que se inserta en el rompecabezas curricular de la nueva escuela. La agenda de la escuela para atender el desarrollo del área cognitiva es muy vasta.
El impacto del confinamiento en el sano desarrollo emocional de los niños y adolescentes está muy conversado en las reuniones familiares, pero también es ya objeto de reflexión de especialistas que sustentan que el no asistir a la escuela está dejando secuelas en el sano desarrollo de las habilidades sociales y en la fortaleza emocional que proporciona el contacto con los iguales.
Se apuesta a la educación emocional para el manejo de emociones negativas, para fortalecer la tolerancia a la frustración y para el control, autogobierno emocional y relacional.
Con más o menos fuerza el contacto con el grupo escolar en preescolar, en primaria secundaria y bachillerato es fuente de experiencias valiosas.
Por ahora el contacto y la participación con el grupo escolar tendrá que esperar, es previsible que por el primer trimestre del ciclo escolar que iniciará el próximo 24 de agosto, a través del formato de educación a distancia, entendida ésta como una mixtura entre plataformas digitales y televisión.
El contacto y la interacción en el seno familiar, la realidad de estos días, puede posicionar el tema de las emociones de manera explícita, es deseable que lo haga.
Pero es importante asumir que el trabajo en el tema de las emociones tiene sentido en tanto se relacione con la apropiación de saberes esenciales.
La salud emocional de educandos y educadores tiene sentido en tanto se mejore el proceso de aprendizaje, en tanto se facilite la construcción de saber, aun en las condiciones de emergencia.
Por lo menos hay que hacer trabajo pedagógico en los siguientes temas:

1. Contra la frustración. Conocer, comprender el sentido del saber y el conocimiento no es un proceso fácil para quien emprende la aventura del aprendizaje sin el acompañamiento y asesoramiento del profesional de la educación. La madre y el padre de familia o las otras figuras formadoras en el seno del hogar, tendrán que cultivar la virtud de la paciencia y el niño o el adolescente, la tolerancia a la frustración y la gradualidad de su acercamiento al objeto de conocimiento.
2. Contra la ausencia de interés. El contenido escolar no siempre dispara el interés de quien aprende. Hay un repudio natural por cierto perfil de alumnos a los que el concepto y práctica de la escuela no les ha sido gratificante. Todo lo que suene deber escolar es para ellos ajeno a lo que realmente atrae su interés.
3. Contra la ausencia de hábitos de estudio. Son muchas las biografías de alumnos que no han consolidado hábitos de estudio importantes para obtener saberes con mediación de libros de texto o parcas y ejecutivas explicaciones de sus progenitores. Los estudiantes menos eficaces, necesitan tiempo y asesoramiento oportuno.
4. Disciplina. Gritos y castigos, condicionamientos, parecen ser formas de educacion familiar que ahora afloran en la responsabilidad transitoria de educadores que ahora tienen los miembros adultos de casa. De más está afirmar que lo deseable es que se erradiquen esas prácticas por su enorme limitación en el desarrollo emocional saludable. Ante la visión disciplinaria correctiva y alienante una visión disciplinaria humanista y autónoma.
5. Actitud de higiene. Hay que preparar a la infancia y adolescencia en los nuevos hábitos que entrañan la convivencia social en tiempos de pandemia. No sólo con decir y aconsejar es suficiente para la apropiación del hábito del lavado adecuado de las manos, del uso correcto del cubrebocas, de la sana distancia. El hogar es un excelente espacio formador de buenos hábitos. Tendrá que seguir estimulándose.
6. Uso del tiempo. El hogar comparte las actividades formativas de carácter escolar con muchas otras actividades propias del grupo familiar. Por tanto, el manejo de horarios para cumplir tareas escolares será todo un desafío en donde el tiempo familiar circula a veces en sentido contrario al horario escolar.
7. Habilidades esenciales: lectura. La educacion a distancia exige de lectores competentes y la escuela a veces no ha contribuido a que todos los educandos dominen la comprensión lectora con eficacia. Tendrán que surgir nuevas ideas docentes para asesorar al alumno y a sus educadores de hogar, para fortalecer la lectura funcional que será determinante en el aprovechamiento escolar. Tendrán que formarse los nuevos lectores a través de apoyos digitales o audiovisuales pertinentes.
8. Impaciencia de los padres. No todos los padres tienen paciencia ni todos asumen que el proceso de formación del niño implica el error. Ojalá que no se caiga en la tentación de suplantar o hacer el trabajo que compete hacer a cada educando.
9. Carencia de condiciones materiales y ergonómicas. Seguro es que las condiciones materiales de estudio en casa se distribuyen con mucha inequidad. Seguro es también que la disposición de los medios tecnológicos necesarios es una fuerte limitación en el entorno de casa. La escuela en contexto y sus educadores en fase de diagnóstico del programa de mejora tendrán que implementar formas creativas para atender a todos y que nadie se quede atrás.
10. La topología uso del espacio de aprendizaje. Para los niños y adolescentes kinestésicos aprender en casa será un reto porque es ahí que hay limitación de espacio o, porque tal vez es ahí donde se diseñan las reglas que les controlan el desplazamiento. El hogar diseñado para atender las actividades vitales tendrá que usar alternativas para la expresión psicomotriz libre que entraña aprender para este tipo de educandos.

Atender emociones, aprendizaje eficaz, gestión pedagógica en tiempos difíciles, parte de la agenda de actualización de los docentes y directivos; parte de las ahora inéditas responsabilidades de los padres de familia en casa.

*Doctor en educación. Profesor normalista de educación básica. zatarainr@hotmail.com

Comentarios
  • Griselda Gómez de la Torre

    El martes 4 de agosto del presente, la Organización De las Naciones Unidas, llamó a privilegiar el regreso de los alumnos a las aulas a efecto de prevenir una catástrofe generacional. En la radio se escuchan el anuncio de teléfonos de apoyo en el que señalan que “lo que considerábamos como un lugar seguro el hogar, no lo es”. Por tanto el llamado a que una vez superada la emergencia sanitaria, los estudiantes regresen a las aulas, nada puede sustituir la experiencia sobre todo en los niños y niñas preescolares, el aprender a convivir juntos, el entablar relaciones de proximidad en la formación del auto concepto y autocontrol que se desarrollan a través de la experiencia viva en comunidad.
    “Ahora nos enfrentamos a una catástrofe generacional que podría desperdiciar un potencial humano incalculable, minar décadas de progreso y exacerbar las desigualdades arraigadas”, avisó Guterres.
    Gracias Dr. Rubén por el espacio reflexivo y aún más por las propuestas que el presente artículo aporta como puntos neurálgicos de atención .

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